Yangon: Templo Chaukhatgyi, Pagoda Botahtaung, Pagoda Shwedagon
El paraíso escondido
La antigua Ragún se muestra hoy como una ciudad pequeña que, pese a ser la capital del país, respira de una calma y una tranquilidad única.
El tiempo parece haberse detenido en 1948 con el fin de la época colonial. La mayoría de los edificios son de esa época y anteriores aunque desgraciadamente no están bien conservados debido a la falta de medios. Sin contaminación, sin caos circulatorio, es una de las ciudades más entretenidas a pesar de no disponer de una gran cantidad de monumentos, edificios históricos o museos.
La capital está, todavía, muy lejos de las masificaciones turísticas.
Orientarse en Yangón es relativamente fácil, pues la mayoría de las avenidas principales salen a la Pagoda Principal, que es visible desde muchos puntos de la ciudad.
Los Birmanos visten de manera sencilla y elegante. Es el único país en el Sudeste Asiático en el que la mayoría de la población conserva la manera tradicional en el vestir. Los hombres generalmente llevan camisa y las mujeres blusas sin botones. Ambos van vestidos de cintura para abajo con un Longyi.
El Longyi es un tubo de tela que viste la mayoría de los birmanos. Normalmente los de las mujeres son más coloridos, mientras que el de los hombres optan por los colores más discretos y el diseño ajedrezado.
Atarse el Longyi es un arte, ya que no se utilizan tirantes ni cinturón, botones o cremalleras. Los hombres se hacen el nudo al frente, las mujeres al costado. Así que no verás muchos pantalones vaqueros en este país.
Una cosa que sorprende mucho a los visitantes es que las mujeres se untan el cuerpo con Tanaka. Esto les da la apariencia de estar manchados con harina. El Tanaka, lo producen en las casas con la corteza de un árbol que reducen a polvo y disuelven en agua. Se lo aplican especialmente en las mejillas. Según dicen, les protege del sol, les mantiene frescos, y les da un agradable aroma que dura casi todo el día.
Que ver en Yangón
La Pagoda Botahtaung
Su nombre significa «1000 guerreros», que hace referencia a quienes escoltaron las reliquias (dos pelos de Buda) traídas de India hace unos 2.5000 años. Es una de las pocas Pagodas cuyo interior está hueco y puede visitarse. Ha sido reconstruida varias veces, la última tras la Segunda Guerra mundial, ya que una bomba aliada destrozó la estupa.
El Templo Chauk Htat Gyi
El Templo contiene una enorme estatua de Buda reclinado de 72 metros de longitud, una de las más grandes del país. La imagen original se cosntruyó en 1907, pero después de varias décadas tuvo que ser reconstruida de nuevo. Alrededor del Templo hay varios monasterios.
Las plantas de los pies contienen 108 segmentos en colores rojo y dorado que muestran imágenes que representan los 108 lakshanas o características auspiciosas del Buda.
La Pagoda Shwedagon
Sus orígenes se remontan a hace unos 2.500 años lo que convierten a la Pagoda en una de las más antiguas del mundo, aunque el edificio actual, con sus casi 100 metros de alto, es del Siglo XVIII. Está considerado como uno de los centros sagrados más importantes para el Budismo.
El deseo de todos los birmanos es poder visitarla al menos una vez en la vida.
El exterior está cubierto de planchas sólidas de oro. En lo alto de la torre hay más de 5000 diamantes, más de 2000 rubies, zafiros y topacios. Del parasol cuelgan más de 1000 campanas de oro y 420 de plata. La cúpula es cubierta cada año con pan de oro. Se calcula que acumula más de 53.000 Kg. de oro. Con estos datos podéis imaginar la importancia que tiene esta pagoda en Myanmar.
Myanmar es un país muy seguro si hablamos de la integridad física de las personas. Son impensables situaciones de violencia física con un extranjero. En relación a los hurtos, la seguridad está comenzando a deteriorarse en Yangón, pero aún así la tónica general es de gran seguridad.
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