UNAWATUNA – INDURUWA
De playa en playa por la Costa Ceilandesa
Hoy nos levantamos otra vez con ganas de darnos un baño a primera hora. Además, tenemos que despedirnos de este fabuloso lugar en el que tan a gusto hemos estado. Así que antes de desayunar nos vamos a recorrer por última vez, esta enorme playa. También nos damos nuestro último chapuzón, en una playa solo para nosotros, ya que a estas horas, todavía no hay nadie.
Subimos a ducharnos, y bajamos a desayunar. Otro magnífico desayuno a la orilla de esta playa. El restaurante del Hotel SurfCity Guesthouse se llama Black and White, y se come fenomenal, con un buen precio.
Sobre las 10 de la mañana, dejamos nuestro hotel y cogemos un tuk tuk, para que nos lleve a la Estación de Tren de Galle. Los trayectos en tuk tuk, son bastante baratos. Nos ha cobrado 500 rupias. Hoy es nuestro penúltimo día en Sri Lanka. Y después de mucho pensar que hacer, si quedarnos en Unawatuna o movernos, decidimos acercarnos a Colombo y así conocer otro sitio. Pero con ganas nos quedábamos aquí un mes. Estuvimos mirando Bentota, y vimos un pueblo pequeño que se llama Induruwa. Así que nos vamos a este pueblo que se encuentra entre Galle y Colombo.
Llegamos a la estación de tren de Galle y nos empiezan a preguntar que donde vamos. Decimos que a Induruwa, y todos nos contestan algo que no entendemos. Nos indican donde comprar el ticket y el hombre de la taquilla nos indica lo mismo que las anteriores personas. Y nosotros seguimos sin entender nada. Así que nos lo explica lentamente, y nos dice que el tren que sale ahora no para en Bentota. Que tiene una parada en Aluthgama, que es un pueblo a 4 Kilómetros de Bentota. Nos da igual, ya que si no tenemos que esperar más de dos horas al siguiente tren que tiene parada en Bentota. Ya nos las arreglaremos para llegar a nuestro destino, o si no cambiaríamos los planes y nos quedaríamos en otro lugar, ya que todavía no tenemos nada reservado. Nos montamos en el tren que ya está en las vías sobre las 11 de la mañana. Nos lleva una señora hasta el tren, ya que está a punto de salir. No podemos hacer ninguna fotografía de la estación, que nos pareció de las más bonitas del viaje. Pudimos ver una pared llena de relojes antiguos, donde una persona se encarga de poner a mano, la hora de las próximas salidas de los trenes de ese día. Igual que se hacía en la época colonial.
Este tren llega hasta Colombo, bordeando la costa. En el año 2014, el Tsunami que devastó Sri Lanka engulló este tren, muriendo casi todas las personas que iban en él. En 5 minutos partimos, y como el tren va lleno, nos sentamos cada uno en asientos separados. Es un tren muy de la época. Casi más auténtico que en el que nos montamos en las montañas.
Aunque el paisaje nos gustó más el del tren de las montañas, con las plantaciones de té. En este tren, el mar aparece y desaparece todo el trayecto. Pero hay mucho más ratos que desaparece. El tren es bastante rápido, en comparación con cualquier medio de transporte que hemos probado en este país.
En una hora aproximadamente llegaremos a nuestro destino. Cual es nuestra sorpresa, que poco antes de llegar a Bentota, nos preparamos para bajar en la siguiente estación que pare. Y la siguiente es Bentota, la cual, no tiene parada. Pero para un minuto escaso. Y nosotros nos bajamos. Pero solo nosotros.
La estación está vacía, parece una estación fantasma. Toda la gente nos mira raro, desde el tren. El revisor desde una puerta del tren, nos mira con cara perpleja. Pero no nos dice nada. El tren se va y nos quedamos solos.
Salimos de la estación y nos vamos en dirección a la playa para buscar un tuk tuk. Localizamos a uno, le decimos el nombre del hotel y dice que ok. Nos parece raro que sepa donde está el hotel, porque aquí los tuk tuk no saben ni un nombre de ningún hotel. Llegamos a Induruwa y como nos imaginábamos el hombre tiene que preguntar un par de veces. Le van indicando y al final aparca delante de una casa. Hay una señora mayor en la puerta. Nos preguntamos que donde está el hotel. El hombre del tuk tuk señala un pequeño cartel con el nombre del hotel Susee Villa Induruwa. El hombre del tuk tuk habla con la señora y se mete detrás de la casa. Sale un señor y una señora y hablan con el hombre del tuk tuk. Nos miran como diciendo ¿quién sois vosotros que no tenemos ninguna reserva?. Así que nos adelantamos nosotros, y les decimos que no tenemos reserva. Que queremos información de una habitación. Detrás de su casa, nos enseña un par de habitaciones, una con aire acondicionado y otra sin el (con ventilador). Preguntamos los precios, y nos dice que con aire 3500Rupias con desayuno. Nos parece bien, pero al día siguiente queremos hacer el check out a las 6 de la tarde, ya que nuestro vuelo sale por la noche. Así podemos ir duchados y tenemos la habitación hasta que marchemos para el aeropuerto. Nos dice que esas no pueden ser, ya que las tienen reservadas para el día siguiente. Nos lleva a otro bloque donde tiene otras dos habitaciones. Se nota que todavía las falta algún remate por fuera. nos la enseña y aunque no tiene aire acondicionado, tiene ventilador. La habitación es enorme y está sin estrenar. Los muebles tienen todavía el precinto. Empiezan a desprecintar todo. Y a hacernos la cama. Nos dicen que vamos a estrenar la habitación. El hombre del tuk tuk, todavía no se ha marchado. Entra hasta el baño a verlo y también se pone a desprecintar cosas. La habitación nos la deja en 4000 Rupias y haremos el check out a las 6 de la tarde. El hotel, aunque más que un hotel es como estar de invitado en casa de alguien, no está a pie de playa, aunque está a 50 metros de la arena. La familia es super servicial. Nos dice donde se puede cenar, que se puede hacer, etc.
Salimos a la playa, que va a dar a uno de los extremos de la playa. Una playa de 2 -3 Kilómetros. Con muchísimas olas, del estilo de Unawatuna. Debe ser lo habitual en toda la costa. En toda la kilométrica playa no hay ni dos personas.
Nos disponemos a recorrerla. Al principio no hay prácticamente nada, y ya a la mitad comienza a haber algún restaurante y hoteles, aunque no muchos. Los hoteles se ven vacíos (suponemos que es temporada baja). Todo es totalmente distinto de donde venimos (Unawatuna). Allí hay más marcha, más ambiente por la playa, más sitios para cenar, para tomar algo. Esto está más apagado. Es recomendable si te quieres perder unos días y desconectar del todo. Para la mayoría de la gente, le puede gustar más Unawatuna, pero nosotros no sabríamos decir. Las dos cosas están bien y estamos a gusto. Después de recorrer toda la playa, empieza a anochecer.
Nos subimos a unas rocas. Delante del Hotel Saman Villas. Desde aquí se puede ver una puesta de sol increíble. El Hotel Saman Villas puede llegar a costar unos 500$ la noche, y tiene un mirador para ver la puesta de sol. Nosotros hemos visto la misma puesta de sol que ellos.
Nos vamos a cenar al único restaurante que está al lado de nuestro hotel. Se encuentra en la playa. Es algo cutre y los precios son casi como los de Unawatuna. Pero el restaurante no es nada comparable, ni en comida, ni el lugar. Este restaurante se aprovecha ya que es el único de la zona.
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