KANDY: Templo del diente de Buda o Sri Dalada Maligawa
Buscando el diente de Buda en Kandy
Hoy tenemos todo el día para conocer a fondo la ciudad de Kandy, que toda la gente lugareña, que hemos encontrado en el viaje, nos ha dicho que es tan bonita. Así que después de desayunar un abundante desayuno en el Hotel Highest View, a base de fruta, huevos y tostadas, acompañado de café o té, empezamos nuestro recorrido sobre las 8 de la mañana.
A diferencia que en otros lugares que hemos estado, por la mañana está fresquito, además el día no está muy soleado, con lo que es propicio a caminar. Es una ciudad que se puede ver andando, sin ningún problema y nosotros como siempre lo recomendamos. Bordeamos el lago por un paseo que tiene y de repente vemos algo en el agua. ¿Qué es eso?. Parece un cocodrilo, parece un enorme lagarto. Nos acercamos y vemos que es un lagarto gigante. Luego nos enteramos que es un Varanus Salvator, es una especie de reptil escamoso de la familia de los Varanos. Es tras el dragón de Komodo, el segundo mayor miembro de la familia Varnos, llegando a medir 3 m de longitud. La gente nos mira como si estuvieramos locos, estupefactos viendo el Lagarto. Ellos estarán acostumbrados, pero nosotros no.
Que ver en Kandy
Templo Sri Dalada Maligawa
Kandy es una caótica ciudad, con muchísimo tráfico de tuk tuk, autobuses, gente, camiones; pero no nos preguntéis porque, al mismo tiempo nos gustó bastante. Dentro de este ajetreo, te sientes relajado, y la ciudad no te estresa en absoluto.
Sin duda el gran atractivo que tiene esta ciudad es un Templo Sri Dalada Maligawa o Templo del Diente de Buda, tan importante y venerado por todo el país. El templo está al borde del lago que se encuentra en el medio de la ciudad. Es nuestra primera parada del día.
La entrada cuesta 1500 rupias, y con ella puedes ver el Templo del diente del Buda, otros dos Templos aledaños y dos Museos. Ver todo calmadamente te llevara algo más de dos horas. A las 9:30 de la mañana y a las 11:00 hay una ceremonia en el Templo del diente del Buda, aquí veras a mucha gente hacer sus ofrendas de flores, frutas … rezar y meditar, respirándose una sensación de paz y tranquilidad, con una espiritualidad fascinante, aunque con mucha gente.
El templo estaba completamente lleno. Gente haciendo ofrendas, otra gente orando, y otra gente haciendo cola para entrar al santuario. Nos damos una buena idea de lo importante que es este Templo para el Budismo.
A las 9:30 entraron al templo, unos monjes que parecían ser importantes, y entraron en una sala, que la tenían cerrada, y no pudimos ver lo que había en su interior. La puerta estaba flanqueada por dos colmillos de elefantes, y todo el escenario parecía más sacado de una película. Pero lamentablemente no vimos el diente de Buda, ya que el Diente sólo puede ser visto por el Guardia del Diente, elegido por una asamblea de ancianos.
Varios músicos se pusieron a tocar con instrumentos tradicionales y vestidos también con ropas de la época.
En el interior del santuario es donde se guarda una de las más importantes reliquias del budismo: el canino izquierdo de Buda, de 2,5 cm, que atrae cada día a miles de devotos seguidores de esta religión y turistas de todo el mundo.
Después pasamos a una sala, donde ya no había tanta gente, la cual nos gustó mucho. Con muchas columnas sujetadas por cabezas de elefantes.
Esta bonita sala contiene una portada con varios Budas, figuras de elefantes, y mucha decoración.
Hay otra sala con fotografías de la Historia del Templo que ahora es patrimonio de la Humanidad por la Unesco. También hay fotos del terrible atentado perpetrado por la guerrilla de los Tigres Tamiles el 25 de enero de 1998, el cual destruyó documentos históricos.
Luego entramos en un Museo, donde había una exposición de imagenes de Buda. Impresionantes. Cada una más bonita que la otra. No dejan hacer fotos, así que no podemos enseñar ninguna. Había Budas pertenecientes a muchos países. Y así abandonamos el recinto, para ver algunos elementos de culto.
Ya fuera del complejo del Palacio de Kandy, se encuentran varios elementos de culto como es Natha Devalaya, la estructura más antigua existente en Kandy. Incluso cuando trajeron la reliquia del diente ya existía este santuario.
Junto a este santuario se encuentra una Stupa. En su día había alguna más, pero ahora solo queda en pie una de ellas.
Y También hay otro par de edificaciones, con un Buda en su interior, y las paredes con pinturas con motivos religiosos.
Aunque todas estas edificaciones no sean muy importantes, y pasen desapercibidas por la mayoría de los turistas, nosotros vamos de una a otra como si fueran un atractivo turístico super importante. Pero nosotros no queremos perdernos nada cuando viajamos y todo nos gusta.
Ya por fin, salimos de todo el complejo que componen los santuarios que se encuentran en la salida del Templo del diente. Y nos encontramos con St. Paul´s Churh o iglesia de San Pablo. Su construcción comenzó en 1843 y se completó en 1848. La iglesia estaba destinada a ser un símbolo del poder británico. Como fue utilizada por primera vez por los funcionarios británicos y la Guarnición británica, se le ha llamado la iglesia guarnición. El estilo arquitectónico es neogótico, y el interior es una pieza Victoriana inglesa. Es una iglesia anglicana, afiliada a la Iglesia de Ceilán.
Su interior, como la mayoría de las Iglesias Anglicanas, es bastante austera, y no llaman en exceso la atención.
Nos quedan por ver varios atractivos en esta ciudad, y decidimos ir a verlos andando. Así nos metemos de lleno para conocer la ciudad. Y de camino a nuestra siguiente parada nos encontramos con St. Anthony’s Cathedral o Catedral de San Antonio. El nombre prometía mucho, pero incluso sino te fijas, la puedes pasar sin ver. Esta Iglesia fue el primer Monasterio Benedictino de Kandy. Años más tarde pasó a ser la Catedral. No tiene nada que ver con las Catedrales a las que estamos acostumbrados a ver, tanto en Europa como en Latino América. Y ni por dentro, ni por fuera llama la atención.
Seguimos por las calles de Kandy, contemplando sus bonitos edificios coloniales. Y es que el sello británico se respira en todas sus calles. Tuk Tuk y autobuses completan el paisaje con los edificios sin cuidar y poco reformados, que a pesar de ello no le quitan su encanto.
Y nos encontramos una Mezquita, Meera Maccam Jummah Masjid, con un frondoso fondo de vegetación, propio de esta ciudad. Por supuesto, entramos a verla, ya que no queremos perdernos nada de lo que vamos encontrando por el camino.
Aunque para nosotros las mezquitas nos parecen más bonitas por fuera que por dentro. Nos gusta ver en la misma calle una Mezquita, una Iglesia, un Templo Budista o Hinduista, lo cual refleja la capacidad de tolerancia y respeto de sus gentes.
Al salir de la Mezquita, vemos mucha policía y un poco de jaleo por la calle. Tardamos en darnos cuenta lo que pasaba, ya que la densa circulación de Kandy estaba inalterada. Pero fijándonos un poco, nos damos cuenta que está pasando una carrera ciclista. Los ciclistas sorteaban los coches, autobuses, tuk tuk, gente cruzando la carretera. Más que una carrera ciclista, parecía una carrera de obstáculos. Es impensable para nosotros que no corten la circulación en un acontecimiento como este.
Pasamos por muchos colegios, y vemos a los niños jugando al Críquet. En toda Sri Lanka tienen pasión por este deporte. Un deporte traído por los Ingleses, que ahora prácticamente no lo juegan, y aquí se ha convertido en el deporte nacional, después del Voleibol (o por lo menos eso nos dijeron).
Asgiri Maha Vihara Stupa
Después de las numerosas paradas que estamos haciendo por la ciudad de Kandy, nos encaminamos por una gran subida que nos conducirá a nuestro primer gran objetivo que sería Asgiri Maha Vihara Stupa. Llegamos guiados por una Pagoda que se encuentra en la ladera de la montaña, que se puede apreciar desde muchos puntos de la ciudad.
Pensamos que nos íbamos a encontrar con bastantes turistas, y nuestra sorpresa fue que solo estábamos nosotros. Incluso los propios monjes nos miraban como sorprendidos. Al principio nos sentíamos un poco invasores de su espacio, pero al ver su hospitalidad hacía nosotros, enseguida nos sentimos muy a gusto. En nuestra visita, se nos acercaron niños del Monasterio, para practicar e intercambiar unas palabras en inglés.
Esta Pagoda pertenece a un importante Monasterio Budista. Es uno de los dos monasterios encargados de la custodia de la reliquia Sagrada del diente de Buda y una importante fraternidad monástica budista en todo Sri Lanka.
La Pagoda contiene en su interior una bonita decoración con muchas pinturas religiosas Budistas, figuras de Buda en mármol y una especie de pagoda pequeñita.
Sri Mahabodhi Maha Viharaya
Desde aquí seguimos nuestra subida para alcanzar nuestro segundo gran objetivo que es el Buda que se ve desde toda la ciudad. Llegar hasta allí no es muy fácil, porque aunque no está muy lejos, pero las calles son muy laberintos, y tienes que ir por la carretera bordeando la montaña. Al final tiene una fuerte subida, que se hace algo duro, pero la recompensa merece la pena. Arriba tienes una panorámica de la ciudad.
Sri Maha Bodhi Viharaya se encuentra aproximadamente a 2 km del centro de la ciudad. El templo es conocido por su estatua de Buda gigante. La estatua de Buda se representa en la postura de meditación asociada con su primera Ilustración. Tiene una altura de 26 metros y es una de las estatuas de Buda más altas de Sri Lanka.
Aquí se encuentra un templo, aunque el mayor atractivo es el Gran Buda. Pero llegar hasta aquí tiene también el aliciente de poder ver la ciudad de Kandy con unas vistas increíbles. Así observarás la ciudad rodeando el Lago y a su vez rodeada de montañas.
Kandy Municipal Central Market
Bajamos de nuevo al centro de la ciudad. Lo hacemos más rápido y más fácil que la subida y salimos justo al mercado. Si nos habéis leído un poco, sabréis lo que nos gustan los mercados locales. Pues este, no defrauda para nada.
El mercado se distribuye en dos plantas con un pequeño patio en el centro con jardines. En la planta baja es donde los locales compran sus productos. Está dedicado a la alimentación. Aquí encontrarás pescaderías, tiendas de frutas, especies y todo tipo de productos alimenticios.
Lo que más nos puede sorprender a los Europeos son sus carnicerías. Es posible que haya gente que si las ve no comería carne en el viaje. Nosotros no tenemos ese problema y comemos carne, pescado y lo que nos pongan.
Como en muchas partes de Asia, se pueden apreciar el pescado deshidratado, muy popular porque mucha parte de la población carece de neveras para conservar el pescado fresco.
Y la parte de arriba está más dedicado a ropa, artesanías y algunos souveniers. Este mercado, aunque es bastante local, tienes cosas para llevarte. Es un mercado que vende absolutamente de todo.
Y solo nos queda un par de templos, que se encuentran cerca del mercado. Uno de ellos es un templo hindú, no muy grande, pero si bastante bonito.
Dentro, hay gente orando por todo el templo. No estamos acostumbrados a tanta devoción. Aunque nos parece admirable, y en el fondo hasta sentimos el espíritu religioso aquí dentro.
Dentro de este templo, se encuentra otro templo budista. Un monje nos lo enseña, y nos hace pasar a una sala. Nos explica que ha estado con Dalai Lama. Nos enseña una foto con él. Nos hace una especie de bendición y nos regala una pulsera. Con este viaje, ya estamos bendecidos durante una buena temporada.
Las decoraciones tanto Hinduistas como Budistas a veces, nos pueden parecer hasta algo horteras con tanto colorido o tantas luces, pero son dignas de ser vistas.
En la misma calle, un poco más adelante, se encuentra la Mezquita Red Mosque. Como casi todas las mezquitas, nos parecen más bonitas por fuera que por dentro.
Para terminar con nuestra visita a Kandy pasamos por El hotel Queen’s, fue originalmente una mansión de los gobernadores ingleses con una pequeña estructura de edificios construidos para albergar tropas. Más tarde se convertiría en el complejo principal del Regimiento de Rifle de Ceilán. Es uno de los edificios arquitectónicos más hermosos y magníficos de Kandy.
Kandy Lake Club – Cultural Dance show
Ya son las 4:30, y queremos ver un espectáculo de danzas y música tradicional para terminar el día. Así que rápidamente vamos hasta allí. Se encuentra detrás del templo del diente de Buda. En nuestro camino, un hombre se nos acerca y nos dice que si queremos ir al espectáculo de danzas, y le decimos que íbamos para allí. El hombre nos acompaña, aunque le decimos que no es necesario. Insiste, y viene con nosotros. Nos cuenta que es el profesor del grupo de danzas, y llegamos hasta allí, donde nos vende la entrada por 1000 rupias. El espectáculo dura una hora, y es bastante entretenido.
Es el primer espectáculo de danza cultural de este tipo que se estableció en Sri Lanka. Estos bailes son los que se realizan en ceremonias y rituales locales, con tambores y trajes que son exclusivos de cada área de Sri Lanka. También hay bailes con máscaras tradicionales, mini tambores tradicionales y muchas sorpresas.
Aunque somos reticentes de este tipo de espectáculo, porque normalmente no son muy buenos, tenemos que decir que este es bastante recomendable. Por 1000 rupias, que son unos 6€, está fenomenal, está bastante trabajado, con muchos cambios de vestuario, y mucha gente actuando.
Al finalizar el espectáculo salimos a un patio, donde sigue el show con varios números con fuego, tipo faquir. No se puede pedir más. Los chicos del show lo han dado todo en el espectáculo y es de agradecer.
Ya cansados nos vamos dirección al hotel, buscando algo para cenar. No hay muchos sitios para cenar, así que al final volvemos donde fuimos el día anterior, que está cerca de nuestro hotel, y nos gustó bastante.
Kandy puede parecer una ciudad con un solo atractivo que es el Templo del diente de Buda, y si te dejas llevar por la ciudad, encuentras un lugar donde aprenderás más de la cultura cingalesa y de su herencia británica.
espectacular las recomendaciones. ¿ como averiguasteis los espectaculos de danza? gracias
Hola Selena:
Muchas gracias por tu comentario. Nos hace mucha ilusión escuchar cosas así. La gente que actúa en el espectáculo sale a la calle antes de empezar a ofrecer dicho espectáculo. Tuvimos la suerte de encontrarnos con el director del espectáculo (un hombre muy afable y simpático), que nos explico de que iba el espectáculo, el precio y nos convenció. Nos acompañó hasta la entrada. Y así fue como lo descubrimos.
Un saludo Selena