Trekking ABC: Ghandruk – Chomrong
Segundo día del Trekking de los Annapurna
Hoy comenzamos lo serio, se acabaron las bromas. A partir de aquí hasta el ABC, no hay carreteras. Quieremos decir que si te pasa algo, la única forma de bajar es en helicóptero. Pero no hay que pensarlo.
Después de una noche pensando que si nos recuperaríamos de la paliza del día anterior, nos levantamos a las 5 de la mañana, mejor de lo que esperado. Al abrir la puerta de la habitación aparece la imponente montaña de MachaPuche.
Que subidón. El día anterior no lo vimos, ya que estaba nublado. Y si nos hemos levantado positivos, al ver esta estampa, acabamos de recargar las pilas del todo. Bajamos a desayunar y sobre las 6 salimos del hotel rumbo a Chomrong. Pedimos unos huevos revueltos para desayunar. Nos traen una copa (eso sí, muy bonita), con un escaso huevo. Sin más.
Nada más salir del hotel, ya cogemos el rumbo equivocado y al preguntar nos dicen que es por otra calle. Y es que el pueblo de Ghandruk es un laberinto con muchas escaleras. Tardamos más de media hora en salir del pueblo. Y en cada esquina, por si acaso, preguntábamos. No queríamos hacer ni una escalera de más. Porque aquí, cada equivocación, supone 200 escaleras de regalo. Durante nuestro camino por el pueblo vemos mucha gente local en su día a día, niños que van a la escuela, gente trabajando y gente sentada en las puertas de su casa tomándose un té.
Ya fuera del pueblo cogemos el camino por una moderada bajada. Seguimos viendo gente local, sobre todo mujeres que cuidan del ganado.
Atravesamos un bosque lleno de helechos. Es la primera hora de la mañana y los rayos del sol, penetran tímidamente. Los helechos, están mojados del rocío de la mañana. Es una estampa muy bonita.
A continuación, hay una moderada subida. Por el momento no está siendo muy duro. Miramos atrás y vemos Ghandruk, en la otra ladera. Parece que no hemos andado y ya se ve de lejos.
Llegamos a la parte más dura del día de hoy. Que es bajar hasta un río, cruzarlo y subir otra montaña. La bajada, después del día de ayer, se hace un poco larga y pesada. Llegamos hasta el puente, que de todos los que hemos pasado hasta el momento, es el más grande y más chulo.
Y ahora toca lo peor del día, que es una larga y fuerte subida. Hoy está haciendo un sol, que nos está influyendo en el cansancio. Y también tenemos que decir que estamos encontrando pocos caños para llenar nuestros bidones de agua. Así que advertimos de llenarlas donde encontréis una fuente.
Nos adelanta un grupo de 4 personas. Van con un guía y 2 porteadores. Van a un ritmo demasiado rápido cuando pasan por nuestro lado, van jadeando, como si no pudieran seguir ese ritmo, que estaba marcando el guía. Nosotros vamos despacio, lo más cómodos que podemos. Y por supuesto que nos vamos parando para hacer fotografías. No se trata de una carrera, ni de llegar el primero, sino de llegar y disfrutar. En la subida última, oímos a lo lejos unas campanas, y un trote de algún animal. Nos echamos a un lado del camino y cada vez los oíamos más cerca. Hasta que aparecieron unos caballos al galope, que incluso casi nos tiran. Pasaban por delante y por detrás de nosotros. Hasta por donde no había camino. Además van cargados con alforjas a los lados, incluso algunos con bombonas de butano. Al ritmo que iban, te pegan un golpe con la bombona y acabas abajo de la montaña.
Así que si oyes unas campanas, ponte a salvo. Al terminar la subida, viene otro trozo último, bastante llano (dentro de lo que cabe). Pero muy llevadero. Cuando nos quisimos dar cuenta, estábamos en Chomrong.
Se nos ha hecho bastante ameno, y no tan duro como el día anterior. Hoy hemos visto a más turistas por el camino. Muchos en nuestra dirección, pero algunos de vuelta. Bueno, decimos que hemos visto a más turistas, pero es que el día anterior, no vimos de camino a nadie. Llegamos a Chomrong y vemos que el grupo que nos había adelantado, acaban de llegar a su hotel, y se les ve fastidiados. Y eso que se quedaron en el primer hotel, que está en el mirador. Ya que el pueblo se encuentra bajando un buen rato. Nos metemos en el Hotel Kalpana Guest House, que nos llama la atención por las vistas que tiene a la montaña. Nos cuesta 500 Rupias sin baño. Hay un baño y una ducha en cada planta. Y tiene agua caliente gratis. Lo primero que hacemos es darnos una ducha. Y ya el mundo se ve de otra manera. El paisaje, para nosotros, ha mejorado mucho, y los valles de las montañas son más bonitos de los que hemos visto hasta ahora.
Damos una vuelta por el pueblo, pero no muy grande, ya que todo son escaleras. Tenemos ganas de pillar un pueblo un poco llano. Estamos cogiendo manía a las escaleras, y sobre las 3 de la tarde, vuelve a caer la típica tormenta, que nos tiene acostumbrados. Por eso es bueno hacer el trekking temprano. Y ya se queda toda la tarde nublado, para estropearnos las vistas de Macha Puche.
Afortunadamente pudimos sacar alguna foto todavía sin niebla
Y nosotros que habíamos cogido un hotel con vistas. Pero alguna fotografía nos dio tiempo a hacer. El tiempo refresca bastante, con el buen día que teníamos. A las 5:30 el chico del hotel, pregunta a todos los huéspedes que quieren para cenar. Y le encargamos nuestra cena. A las 6:30 nos la sirve. Da Bhat y sopa de ajo, que dicen que es muy buena para evitar el mal de altura. Así que todas las precauciones son pocas.
A ver qué tal nos levantamos mañana. La etapa de hoy, según los carteles, indican que se hace en 5 horas. Nosotros la hicimos en algo más. Pero parando mucho. Creemos que no hay que obsesionarse con el tiempo, simplemente es una referencia. Pero la etapa nos ha gustado más que la de ayer y nos ha parecido menos dura. Estamos más animados que el día anterior.
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