Pasamos por Sinuwa y vemos un grupo de chicos que están vendando el tobillo a uno de ellos. El chico no tiene buena cara. Y es que retorcerte un tobillo, es de lo más fácil en un trekking. Vaya faena si te toca, porque como sea grave, se te puede acabar el trekking. Llegamos arriba de la subida y podemos ver el pueblo de Chomrong en frente.

Nos da ánimo el ver todo lo que hemos recorrido. A partir de ahora es bordear una montaña. En este tramo vemos muchos porteadores de los que llevan cosas de un pueblo a otro. Bajan las escaleras a una velocidad increíble. Incluso algunos con chanclas. No sabemos cómo pueden tener esa capacidad. Nos adentramos en un bosque muy chulo.

Todo verde, lleno de vegetación, hasta las rocas están cubiertas de musgo. Vamos viendo cascadas a uno y otro lado de la montaña.

Empieza a caernos unas gotas de agua. Pensamos que no llegará a más, pero en un momento comienza a llover, no muy fuerte, pero lo justo para tener que sacar los chubasqueros. Antes de llegar a Bamboo deja de llover. El camino, aunque es más subida que bajada, no se lleva mal. Atravesamos un cruce de cascadas, con un paisaje precioso. Las fotos que hemos visto antes de venir, no le hacen justicia. Es mucho más bonito, aunque puede ser que no salga bien en las fotos.

Hoy nos encontramos a mucha gente de regreso. Estos días no nos hemos encontrado a casi nadie, porque la gente se suele desviar en Chomrong hacia Jinhu. Empieza de nuevo a llover un poco. Y sin darnos cuenta hemos llegado a Dovan. Al final, no se nos ha hecho tan pesado. Nos metemos en el Hotel Annapurna Guest House que nos cobra 500 Rupias.

Y cuando llegamos a la habitación empieza a caer el diluvio. Más de 3 horas cayendo agua sin parar, con unos truenos que retumba toda la montaña. Aquí la ducha de agua caliente hay que pagarla. Cuesta 200 Rupias. Y es entendible, porque traer hasta aquí las bombonas para calentar el agua es tarea difícil. Nos hemos quedado destemplados. Al llover, ha bajado la temperatura muchísimo. Pero con la ducha de agua caliente, hemos quedado nuevos. Aquí, ya se nota, que te tienes que abrigar más que los lugares anteriores. Vemos llegar a gente empapados. Hemos tenido una suerte enorme, ya que por minutos, nos hubiera pillado la tromba de agua. Y veíamos incluso a gente, que continuaba, tanto gente que subía y gente que ya regresaba, con la que estaba cayendo. Nos empieza a doler un poco la cabeza, puede de ser de la altura, acompañado con el esfuerzo. Esperemos que no vaya a más. Los hoteles, te dan la habitación sin mantas, porque la mayoría de la gente, trae sus sacos de dormir. Nosotros no los llevamos, y no es imprescindible. Debes de tener en cuenta, que es algo menos que puedes llevar. A no ser que seas un poco escrupuloso. Aquí pedimos dos mantas, ya que hace bastante frío. Vamos a cenar y volvemos a repetir el menú. Ba Dhat y una sopa de ajo. Además de combatir el mal de altura, las sopas hacen que entres en calor. Hemos probado en tres sitios diferentes el Ba Dhat y son todos diferentes. Lo único que es igual es que se sirve en una bandeja de metal, lleva una copa de metal y tiene arroz. Igual que las sopas, que ni se parecen (pero están buenas todas).

Los comedores de todos los Hoteles del trekking son muy similares. Con una o dos mesas enormes alrededor de una sala, tipo refugio de montaña. No son nada del otro mundo, pero incluso llegan a ser acogedores. Aunque puede ser más por el entorno y la situación.

Marchamos a la cama, con un día más cumplido de nuestro reto. Mañana es un día grande. Pretendemos quedarnos a tan solo 2 horas del ABC. Así que prácticamente estará hecho. Así que a descansar. Igual que el primer día del trekking marchamos a la cama, con la sensación de no conseguirlo, hoy marchamos convencidos que llegaremos al Campamento Base del Annapurna.