Como visitar las ruinas de Persépolis desde Shiraz

Día 10 del Viaje a Irán: Como visitar las ruinas de Persépolis desde Shiraz y que ver en Shiraz: Persépolis, la Necrópolis, Naghshe Rostam, Cubo de Zoroastro, o ‘Ka’be-ye Zartosht, Darvazeh Qoran o Puerta del Corán, El Madreseh-ye Khán, Naranjestan-e Qavam 

Hoy nos levantamos muy emocionados. Vamos a visitar posiblemente la atracción principal que tiene Irán y una de las más importantes del mundo. El viaje está resultando alucinante y con esta visita, pondríamos la guinda a esta aventura.

No tenemos nada contratado para ir a Persépolis. Cuando terminamos de desayunar, sobre las 9 de la mañana vamos a la Mezquita Rosa, que a esta hora es cuando la visita la gente. Por lo que suele haber taxis que hablan inglés a la salida, en busca de turistas. Es posible que estos taxis sean un poco más caros que otros, pero te vas a entender mejor, sobre todo para concretar que lugares quieres visitar. Según llegamos vienen dos hombres y nos ofrecen sus servicios. Les decimos que queremos ir a ver Persépolis, la Necrópolis y Naghshe Rostam. Nos dan un precio de 30€, que al final nos lo deja en 25€. No regateamos más y nos ponemos rumbo a Persépolis.

El taxista no para de hablar, nos va contando y preguntado cosas. Nos habla también, de su gobierno, con el que no está de acuerdo. Nos dice que su presidente ha estudiado mucha religión, mucho Corán, pero no sabe de economía, no ha estudiado matemáticas, ni otras cosas para gobernar un país. Por lo que se queja del rumbo de la economía del país, que no para de subir los precios. También habla sin tapujos de Putin, al que considera un asesino por lo que está haciendo en Ucrania. No habla muy bien de Rusia, un país que anexiono a todas las repúblicas como Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán. Países que considera más Iraníes que rusos.

En una hora aproximadamente llegamos a Persépolis. Hace ya bastante calor a esta hora. Quedamos con el hombre del taxi, en la entrada en dos horas. Es tiempo suficiente para ver las ruinas, pero no te sobrará mucho tiempo si quieres hacer muchas fotos. Llegamos a la entrada y nos sorprende mucho, primero el precio, 1.000.000 de riales; que es lo que estamos pagando por entrar a todos los lugares. Pagamos lo mismo, que por entrar en una pequeña mezquita. Y en segundo lugar, que no tienen para cobrar en dinero. El hombre, cuando le decimos que vamos a pagar con dinero, comienza a soplar. Habla con las chicas que están detrás de nosotros en la cola, y es una de ellas la que nos paga la entrada con su tarjeta de crédito, pagando nosotros a la chica. El lugar más turístico de Irán y que pase esto. También debes de saber que no te van a dejar entrar con la mochila, la tienes que dejar en consigna. Las mujeres entraban con bolsos, y nosotros no pudimos entrar con la mochila. Otra de las cosas que no entendemos de este país.

Por fin entramos al recinto. La ciudad se encontraba en lo alto de una colina. Subes unas escaleras y estarás en frente de la puerta de todas las Naciones. La entrada se encuentra custodiada por dos Lamassus, que son criaturas con cabeza humana, cuerpo de león y alas de águila. Esto ya nos pone los pelos de punta y nos retrocede a aquella época.

La construcción de esta ciudad comenzó hace 2500 años, por iniciativa de Darío el Grande. Se realiza con materiales importados del Líbano, India o Babilonia y su construcción abarcó seis generaciones.

Podemos ver el palacio de las cien columnas, la sala del trono (llamada Apadana), la sala del consejo… También podemos divisar los restos del palacio de Darío el Grande, el conjunto de Tachara.

Subiendo a lo alto de la colina, podemos ver dos tumbas. Son las tumbas de Artajerjes II y Artajerjes III. No es un largo recorrido, pero con el sol que hace y la cuesta, la gente no llega hasta este lugar.

Aunque a nosotros nos pareció muy recomendable, para poder ver la Ciudad desde lo alto, y poder ver mejor la dimensión que pudo tener esta antigua ciudad.

La Segunda tumba se encuentra un poco más alejada. Hasta allí, sí que no va nadie. Estuvimos solos haciendo unas fotos, a lo que nos parece una impresionante construcción. Una fachada labrada en la piedra de la montaña y bastante bien conservada.

En la ciudad también se encuentra un Museo con piezas de los restos de esta Antigua Civilización. Hay que pagar otro 1.000.000, y podrás ver lo poco que queda, después del expolio que hicieron muchos países, llevando muchos valiosos restos a sus países.

Esta Ciudad fue destruida por Alejando Magno, incendiándola en una noche. Por lo que en Irán se conoce a Alejandro Magno, como el Destructor.

A las dos horas nos vamos, aunque nos hubiéramos quedado más tiempo. Nuestro taxi, nos llevará hasta Naqsh-e Rajab que se encuentra a 5 minutos, entre Persépolis y la Necrópolis. Se encuentra al pie del monte Hosain (Kooh-e Rahmat), y son unas tallas no muy grandes, pero muy bien conservadas. Esta talla consta de tres imágenes en relieve de Ardeshir Babakan, Shapour I, así como el emblema de su herencia, además de otras grandes personalidades de la era de Ardeshir. Este lugar no es muy visitado (estábamos solos), pero ya que queda de camino, bien merece una parada. Además, su precio es de 500.000 riales.

Y para terminar nuestra visita a esta zona, visitamos la Necrópolis o Naqsh-e Rustam. Una visita que nos impresiona desde que llegamos. Un complejo funerario, excavado en una montaña, lo que le hace muy vistoso.

Aquí es donde verás las tumbas de Darío el Grande, Jerjes I, Artajerjes I y Darío IILas cuatro tumbas están en lo alto, y el punto de entrada de cada tumba está en el centro de cada cruz. Pero parece que esas tumbas también habían sido saqueadas, tras la invasión de Alejandro “el destructor”.

En frente de las tumbas se encuentra el Cubo de Zoroastro, o ‘Ka’be-ye Zartosht,’ es un gran monumento rectangular construido sobre una base escalonada triple. Mide 40 pies (13 metros) de alto y está hecho de piedra caliza local. Cuenta con una escalera de unos treinta peldaños que conduce a la única entrada al edificio, que está a la sombra de una montaña. En las paredes del ‘cubo’ hay nichos que servían a un propósito desconocido. La estructura ha sido datada en la época del Imperio Aqueménida (553 a. C. – 330 a. C.). Posiblemente fue construido por el Emperador Darío I.

La entrada cuesta 1.000.000 riales, y por supuesto que nos parece imprescindible, al igual que Persépolis. A la salida hay unos puestos de souvenirs. Compramos unas pequeñas figuras de tallas, evocando a Persépolis, por un buen precio.

Este tour lo puedes completar visitando Passargad, un sitio arqueológico donde se encontraba otra gran ciudad del Imperio Persa.  Destaca sobre todo la Tumba de Ciro. Nosotros no fuimos, ya que se encontraba a 70 kilómetros más allá de Persépolis. Pero si quieres empaparte más del Imperio Persa, este es un buen lugar para ello.

Volvimos a Shiraz, haciendo una parada en el Darvazeh Qoran o Puerta del Corán. La estructura en sí fue construida en el siglo X, pero en el período de Zands, Karim Khan ordenó una pequeña restauración y colocó un Corán en la parte superior de esta puerta de entrada para que las personas que están a punto de interrumpir su viaje sean protegidas y bendecidas.

Nuestro taxi nos deja en la Mezquita Vakil, donde habíamos visto el día anterior, un restaurante que tenía muy buena pinta. Le pedimos la carta en inglés y pedimos una ensalada César y un Beef Tounge Panini Iranian (una especie de sanwich de carne con queso).

Para beber una limonada con violetas. La foto lo dice todo. El mejor lugar que hemos comido en Irán. El Restaurante se llama Joulep Café (en frente de la Mezquita Vakil).

Continuamos viendo la ciudad de Shiraz visiatndo El Madreseh-ye Khán que es uno de los grandes, famosos y antiguos colegios de Shiráz. Se inició en la época de su hijo Imám Quli Khán en 1615 dC.

Un enorme edificio, pero que cuando lo visitamos nosotros se encontraba en restauración y estaba todo lleno de obras. Por lo que no lucía mucho. Suponemos que cuando terminen las obras, va a quedar un precioso edificio. Su entrada es de 200.000 riales. Cuando terminen de restaurarlo puede que cuesta más.

Y para terminar nuestra visita en Shiraz vamos a Naranjestan-e Qavam. es uno de los jardines más hermosos y elogiados que uno adorará visitar. La Casa Qavam fue construida durante el período Qajar a finales del siglo XIX. En ese momento, la familia Qavam se encontraba entre las figuras políticas de Shiraz y la Casa Qavam era el lugar residencial de la familia Qavam y la oficina de su administración. Hoy en día, la casa y museo Narenjestan-e Qavam está abierta al público y es una de las principales atracciones de Shiraz. Su entrada también cuesta 1.000.000.

El recinto cuenta con tiendas de souvenirs, donde podrás ver como se hacen ciertos objetos típicos de Irán artesanalmente, como cuadros, mosaicos o pinturas. También se pueden visitar estancias del Palacio.

En su interior lo que más destaca son sus pinturas en madera en los techos. También la estancia principal con una sala de pequeños espejos.

Y en la parte inferior de la Casa, hay una pequeña exposición de monedas antiguas y otros objetos antiguos.

Los vuelos a Irán desde Europa son bastante económicos. Nosotros volamos desde Madrid con escala Estambul con Turkish por 370€. Por lo que con un vuelo tan barato, va a hacer que el viaje a Irán sea más económico todavía.

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Los hoteles en Irán son bastante económicos. Depende también el sitio. Hay algunas zonas que son más baratas que otras. El único problema que no los puedes contratar en páginas como booking, ya que no trabajan con web extranjeras.

La moneda oficial Islandia es el Rial iraní. Nos resultó un poco liosa de hacer su conversión, pero como todo, acabas cogiendo el truco. Unos 100.000 Riales son aproximadamente 3€. Pero en Irán para simplificarlo, que al principio se hace un poco lioso, le quitan un 0. Por lo que a 100.000 Riales, le van a llamar 10.000 Tomanes. Es una moneda que fluctúa mucho.

Tienes que tener en cuenta que no podrás utilizar tu tarjeta de crédito en Irán. Vas a tener que llevar el dinero que estimes que vas a gastar y luego ir cambiando.

El idioma oficial en Irán es el farsi o persa. La gente no suele hablar inglés. Ni siquiera la gente relacionada con el turismo, como en las recepciones de hoteles, taxis, etc. Puede ser uno de los obstáculos de viajar a este país. Pero nada insuperable.