Hoy nos levantamos sin prisa. Hemos terminado de ver Shiraz y hoy nos trasladamos hacia el Noreste de Irán. Nos vamos a Mashhad, el segundo lugar más sagrado para los musulmanes, después de la Meca. En especial para los Musulmanes Chiitas, que son los que más representación tienen en Irán. Nuestro vuelo sale a las 16:50 horas. Por lo que tenemos toda la mañana. Desayunamos tranquilamente, lo mismo que siempre. A la vuelta del viaje, estaremos un buen tiempo sin comer pepino, ni tomate.

Después de desayunar hacemos el check out y dejamos las mochilas en el hotel, para recogerlas sobre las 2 de la tarde. Salimos a pasear tranquilamente, sin prisas. Simplemente viendo el día a día de la gente. De esta manera, es como mejor conoces un país.

Y te encontrarás situaciones que no verás si vas con prisas. Vemos una novia que se está haciendo fotos sobre la Mezquita Vakil. Preguntamos que si podemos hacer unas fotos y el novio y ella nos dicen que sí. Nos explican que el vestido de novia tiene un tejido muy valorado en Irán.

Nos metemos en el Bazar, para dejarnos perder por sus laberintos de tiendas. Da igual a la hora que pases, pero el Bazar está siempre muy animado.

Nos sentamos a tomar algo en el mismo restaurante donde comimos ayer. Dos limonadas, una con ginger y la otra con violetas.

Pensamos en comer, pero era un poco pronto y decidimos comer en el aeropuerto. Después de descansar un rato, recogemos nuestro equipaje en el Hotel y vamos a coger un taxi. Salimos a la calle principal y todos los taxis que pasan van llenos. Menos mal que vamos con tiempo. Después de un buen rato, nos para un taxi, en el que iba una señora. Le decimos que queremos ir al aeropuerto, pero no nos entiende nada. Es la señora la que nos entiende y se lo dice al taxista. Nos dice que la tarifa es de 1.000.000 riales, nos parece una pasada. Le decimos que 500.000 y la señora que nos hace de negociadora, nos dice que subamos. Al rato la señora se baja, y más adelante coge a otra señora, que vendrá con nosotros hasta cerca del aeropuerto. Durante el trayecto, el hombre no está convencido de dónde queremos ir. Hace una video llamada con un chico que habla inglés y me pasa el teléfono. Al principio no sabemos que quería, y el chico de la video llamada nos dice que donde vamos. Y ya le decimos que al aeropuerto.

Llegamos al aeropuerto y vemos en las pantallas que solo hay un vuelo a las 6 de la tarde a Mashhad. Preguntamos y nos dicen que es nuestro vuelo. Debe ser que, si no van muy llenos, suspenden algunos vuelos. Y el nuestro lo han debido suspender y nos reubican en el siguiente vuelo. Es una faena, porque ya llegamos muy tarde a Mashhad, pero no se puede hacer otra cosa.