Como visitar el Volcán Bromo por tu cuenta
Día 9 del Viaje a Indonesia: Que hacer en Cemoro Laguan
A las 3 de la mañana salimos de nuestro Hotel Good Karma Guesthouse y en la puerta está el hombre que nos trajo en coche desde Probolingo el día anterior. Se ha quedado a dormir en el coche, ya que hoy también nos llevará de vuelta a Probolingo. Nos presenta al hombre del jeep. Y comenzamos este apasionante tour. Son las 3 de la mañana, pero nunca habíamos visto tanto tráfico de jeep. Parece hora punta de una gran ciudad. ¿De dónde han salido tantos jeeps?. En una interminable caravana, atravesamos los caminos de arena, dejando el Bromo a nuestra izquierda. O por lo menos eso intuimos, porque no se ve nada. Cuando comenzamos a subir, comienza el verdadero caos. Algunos jeeps que casi no pueden ni subir, adelantamientos en curvas y con cientos de motos que salen de todos los lados. Llegamos en menos de una hora a un punto donde nuestro conductor, nos dice que debemos continuar andando. Nos dice que hagamos una foto a la matrícula, porque si no a la vuelta no le vamos a encontrar, ya que todos son iguales y hay muchos cientos de ellos.
Esta foto es de cuando bajamos, que es la misma que la subida, pero totalmente de noche.
En la primera parte, están los jeeps atascados en la carretera, intentando aparcar, pero apenas hay sitio. Y las motos, intentan subir para llevar gente hacia la cima. Es un caos total. Deberían de organizarlo de otra manera, porque un sitio tan turístico, no puede ser tan caótico. Entre todos los vehículos vamos subiendo las empinadas rampas con nuestras linternas. Es un trozo muy estresante. Además, está lloviendo ligeramente, lo que le hace más penoso. Poco a poco, hay menos tráfico, porque los jeeps ya no pueden pasar. Comienzan puestos de souvenirs y comida. Hay bastante gente por los puestos, resguardados de la lluvia. Llegamos al cruce por donde se va al mirador King Kong. Es el que habíamos visto que estaba bien. Nos dice un chico que se encuentra a 200 metros, pero que el más alto está siguiendo por la carretera a un kilómetro. Es pronto, por lo decidimos ir a ver el mirador más alto. Es un mirador muy grande, pero el día de hoy (puede ser porque es domingo), estaba ya con bastante gente. Hay como una especie de gradas, pero nosotros decidimos bajar al principio, como a una especie de balcón. Es todavía de noche, pero deja de llover. Conseguimos montar el trípode y hacer las primeras fotos de noche. No quedan muy bien, pero a medida que va amaneciendo y el Volcán Bromo se deja ver, el espectáculo es increíble. Una escena, que cuando la vimos por primera vez en una foto, supimos que teníamos que conocer.
No solo es el Bromo, sino todas las montañas de alrededor, la llanura de Cemoro Laguan y más a la izquierda, entre otro conjunto de montañas, aparece la salida de sol, que nos deja un precioso amanecer, compitiendo con el Bromo.
Java es la tercera isla volcánica más grande del mundo. La isla tiene 45 volcanes activos, sin contar 20 pequeños cráteres. De los cuales Bromo puede ser el más activo y visitado. Tiene una altura de 2329 metros. Pero en altura le gana el volcán Semeru con 3676, que se puede apreciar al fondo de la imagen. El paisaje parece de otro planeta. La caldera Tengger que ha el complejo volcánico es absolutamente fascinante.
Entre algunas nubes, el humo del volcán y el amanecer, nos regalan otras fotos increíbles.
Con el sol aparecido, nos disponemos a bajar a buscar a nuestro jeep. Tenemos que pasar por el mismo caos que cuando subimos, cientos de vehículos por la carretera. Aunque esta vez, es de día, y se lleva mejor. Antes de lo que creíamos, localizamos nuestro jeep. Nos subimos, y ponemos rumbo a los pies del volcán. Durante todo el camino el Bromo aparece y desaparece entre los espesos árboles.
El jeep te deja en una explanada. El conductor nos pregunta que, si queremos ir en caballo, le decimos que preferimos ir andando. Debes de cruzar una explanada de arena volcánica, de unos dos kilómetros aproximadamente. Hay cientos de motos y caballos para llevar a la gente que no quiera andar.
En medio de la explanada, hay un templo hinduista, suponemos que está construido estratégicamente, ya que Bromo significa mucho para los Indonesios.
Vemos en el recorrido una pared de piedra, donde se encuentran talladas unas cabezas de Budas. Pasa desapercibido para todo el mundo. Nadie se fija en ellas, y a nosotros nos pareció fascinante.
Al llegar a los pies del Volcán, hay unas escaleras hasta su cima. No son muchas, y hay sitios, donde puedes parar a descansar. Nosotros subimos sin parar, estamos deseosos de asomar a ese cráter echando fuego. Al poner los pies a la cima, el volcán no solo desprende el espeso humo. También desprende un sonido que te pone los pelos de punta. Contemplar estos fenómenos de la naturaleza, es algo único, que te vuelve indefenso y frágil.
Recorremos parte de la cima de su cráter con mucho cuidado. Al haber llovido por la noche, la arena está compacta y se anda mejor. Pero no vamos a negar que impresiona. De un lado puedes caer montaña abajo, que tiene una buena caída y del otro lado, caer a la caldera del volcán. Caminando por el pequeño camino llegamos hasta una parte, que se empina un poco y ya nos pareció, demasiado arriesgado.
Arriba, tienen una pequeña imagen sagrada, donde llevan ofrendas a los dioses, para que les proteja del volcán.
Como en todos los lugares muy turísticos, vemos gente muy imprudente. Que, por conseguir la foto perfecta, se ponen al borde del precipicio. O que incluso, para sacar una foto, se ponen más para atrás de lo que deben, jugándose la vida innecesariamente, incluso algunos con chanclas. Creemos que pasan pocos accidentes.
Bajamos a la explanada, para volver a buscar a nuestro jeep que nos devolverá a nuestro hotel. Sobre las 8:30 llegamos a nuestro Hotel Good Karma Guesthouse. Dejamos las cosas y salimos a buscar algún lugar para desayunar. Vemos que hay un restaurante japonés cerca del hotel. Vamos para allá. No es que sea muy japonés, tiene lo de todos y al mismo precio de todos. En vez de tomar un típico desayuno, tenemos hambre después del madrugón y pedimos una sopa estilo Indonés y un arroz frito estilo javanés.
Y un té con ginger después de esta suculenta comida. Todo nos cuesta 85.000 rupias, que son unos 6 € aproximadamente.
Vamos al hotel a descansar un poco y a preparar todo. Hoy nos vamos hasta Yogyakarta. El conductor que nos llevará se encuentra en el coche a la puerta del hotel. Es el mismo que nos trajo el día anterior, y a dormido en su coche, y está esperando para llevarnos cuando queramos. Vaya vidas más diferentes a las que nosotros estamos acostumbrados. Y él será un privilegiado aquí en Indonesia, porque trabaja con turistas y ganará un sueldo mucho más alto que la mayoría de la gente. Cae una tormenta con mucha agua, relámpagos y truenos. No queremos pensar, si esto nos cae por la mañana en el mirador.
Cuando pasa la tormenta, decidimos ir tranquilamente a Probolingo con nuestro conductor. Hay una hora y media de trayecto, de curvas y continúa bajada. Llegamos a la estación y le pagamos a nuestro conductor las 300.000 rupias pactadas. Entramos a la estación y validamos nuestros billetes.
Cómo comprar un billete de tren en Indonesia. Pasos a seguir
Comprar un billete de tren en Indonesia es muy fácil. Sobra decir, que se puede comprar directamente en la estación. Pero es algo que no recomendamos, ya que te puedes llegar a quedar en tierra. El tren en Indonesia es un medio de transporte muy popular y suelen ir bastante llenos. Por lo que siempre es mejor comprarlo con antelación, sobre unos 10 o 15 días antes. Para comprarlos anticipadamente, se pueden comprar en la web ticket.com. Es muy fácil, te creas una cuenta y es más o menos como comprar un vuelo en cualquier página web. Lo único que cuando llegues a la estación, deberás imprimir la tarjeta de embarque, parecida a la que te dan en los vuelos. Hay unas máquinas en la entrada para realizar este trámite.
Introduces el código de reserva que se encuentra en la parte de arriba, a la derecha, te saldrá los nombres de los pasajeros y tan solo tienes que hacer ckick a imprimir billetes.
Cómo y cuanto cuesta visitar el Volcán Bromo
Como explicamos anteriormente nosotros lo hicimos con un jeep. Creemos que es la mejor manera de hacerlo, la más fácil, rápida y no es tan cara. En todos los hoteles puedes contratar el tour, incluso en el pueblo hay alguna agencia. Nosotros cenando, hasta unos chicos le preguntaron al del restaurante y creemos que también se lo solucionó.
El jeep te recogerá en tu hotel a las 3 de la mañana. Te subirá hasta lo más arriba que pueda de los miradores. Hay un lugar donde ya no dejan pasar a los jeeps. Pero, desde donde te dejen quedarán relativamente cerca los miradores, sobre todo el King Kong, el más famoso. Incluso, el mirador más alto, quedará a menos de 2 kilómetros.
Es imprescindible que lleves una linterna. Te va a hacer falta. Primero para ver, y segundo para que te vean las alocadas motos.
Luego, tienes que volver a bajar a buscar a tu jeep, al mismo lugar donde te ha dejado. Haz una foto a la matricula, porque todos son iguales.
Si vas en fin de semana, vas a coincidir con muchísima gente. Es un lugar muy solicitado, sobre todo por gente local. No te preocupes porque haya mucha gente, porque lo vas a disfrutar bien y no te va a limitar hacer nada. Solo que tendrás que aguantar el barullo de tanta gente. El señor que nos arregló el tour nos dijo que el fin de semana era 100.000 rupias más caro. Nosotros le regateamos, y nos lo dejó como un día normal.
Una vez coges el jeep de nuevo, te baja a una explanada a unos dos kilómetros aproximadamente de su base. Aquí te esperará tu jeep para llevarte a tu hotel sobre las 8:30 horas.
Precio de la entrada al Volcán Bromo
Si lo haces con un jeep, que es como lo hace prácticamente todo el mundo, te costará 350.000 rupias por persona.
Lo puedes hacer por tu cuenta. Subir andando desde el pueblo, que te llevará unas dos horas y media hasta el mirador. Luego, tendrás que bajar hasta el Bromo para su ascensión, para terminar, volviendo hasta tu hotel. A parte de duro (lo que menos preocupante nos parece), puedes perder mucho tiempo. Solo caminado, estarás más de cinco horas. Pero, sobre todo, la subida, nos parece peligrosa, con tal cantidad de jeep y motos que conducen muy agresivamente. Para no ahorrarte mucho dinero. No lo recomendamos. Nosotros no vimos a nadie hacerlo de esta forma.
La entrada al Volcán Bromo sin jeep te costará 200.000 rupias.
Por último, hemos leído en muchos sitios, como visitar el Volcán Bromo gratis, colándose por algún sitio. Sinceramente y respetando a todo el mundo, no nos parece muy acertado dar consejos en un blog u otro tipo de red social, para hacer algo ilegal, como es colarse en un atractivo turístico. Menos, si es un país extranjero. Aconsejando hacer algo ilegal, sin saber qué consecuencias puede tener. Consideramos, que no es de ser buen viajero, ya que la primera norma de conducta es respetar las normas. No se pueden tener follower de cualquier manera.
Como llegar a Yogyakarta
Nos montamos en el tren en clase superior y nos esperan más de 7 horas de trayecto hasta Yogyakarta. Así que, mejor nos ponemos cómodos. El paisaje de toda la isla es muy similar, pero nosotros vamos pegados al cristal del tren, contemplando todo lo que podemos ver.
El último tramo se nos hace algo pesado. Son muchas horas en un tren y los asientos, no son muy cómodos. También, al anochecer ya no puedes mirar por la ventanilla y te aburres un poco. Estamos cansados de los dos madrugones de los dos últimos días y nos entra el sueño. No queremos dormir, porque si no, por la noche puede ser que no durmamos. Lo bueno que tienes, es el enchufe que tienes en tu asiento, que puedes ir cargando un teléfono o un portátil y así no te quedarás sin batería.
A las 11:20 de la noche, llegamos a la estación de tren de Yogyakarta. Es una estación muy grande, mucho más grande que las que hemos conocido. Por lo que se intuye la magnitud de esta ciudad. A la salida cogemos un taxi para ir a nuestro Hotel Ayaartta Malioboro. No se encuentra muy lejos y apenas hay tráfico. Lo cual agradecemos, porque tenemos unas ganas enormes de pillar la cama. Llegamos al Hotel Ayaartta Malioboro cansados y cuando vemos la habitación, es como una bendición. Con lo cansados que estamos y una habitación tan grande y confortable. Es como si tienes hambre y te dan de comer marisco. El mejor hotel de nuestro viaje, sin lugar a dudas.
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