Como llegar a Kandovan por tu cuenta

Día 13 del Viaje a Irán: Como llegar a Kandovan por libre

Hoy nos vamos del Noreste de Irán al Noroeste, a la zona de Tabriz.

Sobre las 6:15 de la mañana hacemos el check out. Ya habíamos pagado el hotel el día anterior y pedimos que nos dieran los pasaportes. Teníamos miedo que el hombre que está de noche, que no sabía nada de inglés, no nos entendiera. Salimos a la calle principal a coger un taxi para el aeropuerto. En poco tiempo, aparece un taxi, con el que negociamos un precio de 600.000 riales. No tardamos ni 15 minutos, ya que no hay apenas tráfico.

Llegamos al aeropuerto y nos despedimos de Mashhad de la misma manera que llegamos. Con la imagen de la preciosa Mezquita que se encuentra enfrente de la entrada al aeropuerto. Pero esta vez la vemos de día, no de noche.

En unas dos horas de vuelo llegamos a Tabriz. Nos dan solo una botella de agua pequeña, nosotros que pensábamos desayunar. Ya que en el vuelo de Shiraz a Mashhad nos dieron bastantes cosas. Durante el trayecto, vemos paisajes nevados. No podíamos imaginar ver este paisaje en Irán, ya que esperábamos todo desierto. Y vemos como aparece en la ventanilla del avión el imponente Volcán Damavan, con sus más de 6.000 metros de altura. 

Al llegar a Tabriz y salir del aeropuerto, pensamos que se nos iban a abalanzar muchos taxistas. Y cual fue nuestra sorpresa, que ninguno nos dijo nada. Al final vino uno y nos dijo en Iraní (porque no sabía nada de inglés), que donde íbamos. Le indicamos que a Kandovan, que eso sí que lo entendió. Nos cobra 2.000.000 de riales y pasamos de regatear. Es posible que se pueda sacar algo más barato. El paisaje del trayecto, no es nada bonito. Incluso a pocos kilómetros del lugar, nada te hace pensar lo que te vas a encontrar. Y en una hora, llegamos a este precioso y pintoresco pueblo.

Kandovan es un pueblo que se encuentra en cuevas ubicadas en una montaña. Visitar este pueblo es imprescindible si visitas Tabriz. Lo normal es hacerlo en un tour de medio día desde Tabriz. Nosotros quisimos quedarnos a dormir en el pueblo, para verlo y conocerlo un poco más.

Nuestra intención era quedarnos en casa de una familia del pueblo, ya que apenas hay un hotel y es de 4 estrellas. Nos parecía una buena experiencia quedarnos en casa de algún local, para ver cómo viven. Hay bastantes familias que ofrecen sus casas para estas cosas.

El taxi nos deja en una especie de parking donde hay una caseta que ponía recepción. Quedamos con el taxista de que nos venga a recoger al día siguiente a las 11 de la mañana. No sabemos ni lo que es, pero tiene pinta de hotel. Entramos y una chica muy amable nos explica que es el hotel Laleh Rock. Y nos enseña la lista de precios. La habitación más económica cuesta 30€. Nos dice que estas habitaciones están completas y que tendría que ser una superior que cuesta 50€. Nos parece un poco caro, además que teníamos pensado lo de dormir en una casa, pero cuando nos enseña la habitación, decidimos cambiar de experiencia.

La habitación es una pasada, en su decoración, dentro de una cueva, y muy amplia. Pero cuando vemos el baño con un grandísimo jacuzzi, es cuando decidimos quedarnos. Aunque lo de dormir con una familia hubiera estado muy bien, estar en este fabuloso hotel, también es otra buena experiencia, que no pudimos rechazar.

Laleh Rocky Hotel es el tercer hotel rocoso del mundo y uno de los nueve hoteles extraordinarios en todo el mundo. Y nosotros podemos dar fe de ello.

Habitado por 670 personas, el pueblo de Kandovan está tallado dentro de las rocas y su famosa arquitectura rocosa es la principal atracción del lugar. Se dice que las casas con forma de colmena (algunas de ellas de 800 años) están parcialmente formadas por restos volcánicos del Monte Sahand, por erupciones de hace siglos. Los habitantes, básicamente, han excavado todas las habitaciones del acantilado para hacer cocinas, pasillos y dormitorios con ventanas decoradas con vidrieras.
Kandovan es uno de los tres pueblos rocosos del mundo de este tipo y el único habitado. La arquitectura del pueblo de Kandovan y el estilo de vida actual de los lugareños en su forma antigua es una excepción en el mundo, ya que nadie vive en su homóloga Capadocia (Turquía).

Ya instalados, salimos a conocer este atractivo pueblo. Hace bastante fresco. Nada que ver con el tiempo que hemos tenido hasta ahora. En todo nuestro viaje, no habíamos puesto ni una chaqueta, y aquí, hemos tenido que poner chaqueta y un ligero plumas, que lo metimos en el equipaje de milagro.

Nos vamos hasta el final del pueblo dando un paseo y cruzamos el pequeño río que se encuentra a los pies del pueblo. Hay bastante gente, incluso podemos ver personas que vienen con tiendas de campaña. La gente está comiendo con una manta en el suelo, algo muy típico en Irán. Son gente que viene a pasar el día a este encantador pueblo.

Subimos un poco la colina del otro lado del río, para ver el pueblo de frente, y ver lo que nos vamos a encontrar por la tarde, cuando visitemos sus callejuelas.

Nos vamos a comer. Este pueblo, no tienes muchas opciones. Junto al río, donde hay como un merendero, se encuentra el único restaurante del pueblo. Pero decidimos ir a nuestro hotel, que sabíamos lo que había, ya que habíamos visto la carta en nuestra habitación. Pedimos un Kandovan Special CheloKubide y un Shell Form Chicken Kebad. No estuvo mal, pero viene siendo una tira de carne y unos filetes de pollo.

Después de comer, visitamos las empinadas y estrechas callejuelas del pueblo. La gente a esta hora ya se ha ido. Quedamos pocos, que somos los que nos quedamos a dormir en el pueblo.

Y despacio, nos recorremos prácticamente todo el pueblo, viendo como han aprovechado los huecos de la montaña para hacer las calles y sus casas.

Vemos la gente, como sale a tender su ropa, a hablar con los vecinos o simplemente a sus puertas al sol. Estamos cerca de Turquía y de Azerbaiyán. No parece que estemos paseando por un pueblo de Irán. Las vestimentas de sus habitantes, son totalmente distintas al resto del país. Las mujeres van con un pañuelo atado a la cabeza y con ropas más típicas de Turquía.

Así, pasamos toda la tarde, haciendo fotos y disfrutando de este singular pueblo, en un escenario casi, de película.

Al atardecer, cruzamos otra vez el puente para hacer unas fotos del pueblo mientras oscurece. El frío es cada vez mayor. La gente va recogiendo sus cabras. Y el pueblo comienza a quedar vacío.

Esperamos un poco, a que oscurezca y sacamos alguna fotografía de noche. No esperamos mucho, ya que estamos congelados y con ganas de probar el jacuzzi de nuestra habitación.

Los vuelos a Irán desde Europa son bastante económicos. Nosotros volamos desde Madrid con escala Estambul con Turkish por 370€. Por lo que con un vuelo tan barato, va a hacer que el viaje a Irán sea más económico todavía.

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Los hoteles en Irán son bastante económicos. Depende también el sitio. Hay algunas zonas que son más baratas que otras. El único problema que no los puedes contratar en páginas como booking, ya que no trabajan con web extranjeras.

La moneda oficial Islandia es el Rial iraní. Nos resultó un poco liosa de hacer su conversión, pero como todo, acabas cogiendo el truco. Unos 100.000 Riales son aproximadamente 3€. Pero en Irán para simplificarlo, que al principio se hace un poco lioso, le quitan un 0. Por lo que a 100.000 Riales, le van a llamar 10.000 Tomanes. Es una moneda que fluctúa mucho.

Tienes que tener en cuenta que no podrás utilizar tu tarjeta de crédito en Irán. Vas a tener que llevar el dinero que estimes que vas a gastar y luego ir cambiando.

El idioma oficial en Irán es el farsi o persa. La gente no suele hablar inglés. Ni siquiera la gente relacionada con el turismo, como en las recepciones de hoteles, taxis, etc. Puede ser uno de los obstáculos de viajar a este país. Pero nada insuperable.