Hoy iremos al Parque Corcovado. Este es el parque en el que más expectativas tenemos, ya que puede ser el mejor parque de Costa Rica y uno de los mejores del mundo. El Parque Nacional Corcovado es hogar del más grande y único bosque lluvioso tropical primario del mundo. El Parque Nacional Corcovado es exótico y exuberante, alberga trece ecosistemas principales que van desde manglares pantanosos y arboledas de palma jolillo, hasta pantanos herbáceos de agua fresca y bosques lluviosos de tierra baja. Es hogar de la rara Ardilla Mico Harbor y del Águila Feliz, también un gran lugar para observar el venenoso sapo flecha, gatos salvajes indígenas, cocodrilos, pumas y jaguares lo mismo que cuatro especies de tortugas marinas.

Hay dos maneras de llegar al Parque, por Bahía Drake o por Puerto Jiménez. No es fácil llegar hasta allí, ya que el parque se encuentra en un lugar recóndito. Por ello, está tan bien protegido. Nosotros decidimos llegar a Bahía Drake y desde allí, explorar el parque.

Salimos de nuestro hotel de Uvita Pirates Hostel y cogemos la carretera Panamericana. Una de las carreteras más largas del mundo, que atraviesa 7 países. Desde Guatemala a Panamá. Y en aproximadamente una hora llegamos a Sierpe. Una buena carretera, que es prácticamente una recta. Aquí, es donde dejaremos nuestro coche de alquiler durante tres días, en un parking vigilado. Según pases por el Restaurante Don Jorge, te saldrá una persona para ofrecerte el parking. Dejar el coche cuesta 6$ al día. Dejamos el coche y esperamos en el Restaurante Don Jorge, que es donde salen las barcas. Aquí podrás tomar algo, mientras esperas y conectarte a una wifi por si la necesitas.

Mientras estamos tomando un té, aparece un chico que nos dice que si queremos ver un cocodrilo. Le decimos que claro que sí. Nos lleva al embarcadero, donde debajo del agua se podía intuir un cocodrilo. Coge una manguera de agua y se la enchufa a la cabeza. Y el cocodrilo saca tímidamente la cabeza. Un cocodrilo de más de 4 metros. Nos dice que se llama Peter. Esto comienza bien. No hemos llegado y ya vemos un gigantesco cocodrilo.

A las 11:30 de la mañana cogemos la barca, que nos llevará a Bahía Drake. El trayecto dura una hora y cuesta 15$. El trayecto por el río es muy bonito. Nos metemos por manglares, con zonas de una vegetación, que nos adelanta, lo que veremos en Corcovado. El barquero nos lleva a toda velocidad, cuesta incluso hacer fotos.

Pero cuando llegamos al mar, notamos que hay bastante oleaje. Hay unos minutos, donde la barca se mueve para todos los lados, la barca saltaba por encima de las olas, pero el barquero no aflojaba la marcha. Y entre salto y salto llegamos a Bahía Drake. Desembarcas en la playa, por lo que aconsejamos llevar chanclas, o te mojarás las zapatillas. Bajamos de la lancha y allí nos está esperando Eric, el dueño del Hotel Pacheco Tour & Cabines, donde nos vamos a hospedar los próximos tres días. Nos lleva hasta su coche, por lo que pensamos que iba a estar lejos el hotel. Subimos la calle principal, y a unos 100 metros de una cuesta, se encuentra el hotel. Estaba cerca, pero ha sido un detalle por parte de Eric.

El Hotel Pacheco Tour & Cabines, ofrece también tours, una de las razones por lo que le elegimos. Pero cuando nos enseñó la habitación, nos encantó. Una habitación muy amplia, con un sofá, pero lo más guay, es la terraza, con su hamaca, con unas vistas preciosas a la bahía.

Nos sentamos un rato en la terraza y nos dan la bienvenida unos guacamayos (no serían los últimos que veríamos en el día). Ver guacamayos, tucanes o periquitos en su hábitat, es algo que nos flipa muchísimo. Aunque no se dejen fotografiar.

Estando sentados en nuestra terracita, sentimos un golpe en nuestro tejado y de repente se asoma una iguana enorme de color verde. Cuando vamos a coger la cámara, se ha ido rápidamente.

Le decimos a Eric, el dueño del Hotel Pacheco Tour & Cabines, que queremos hacer una caminata nocturna por la selva esa misma noche. Nos lo arregla y nos dice que a las 6:30 hacemos el tour. Mientras llega la hora del tour, vemos un precioso atardecer desde nuestra increíble terraza.

Vemos un insecto, que el guía nos dice que no ha visto nunca, y nos explica que incluso para él, todos los días son distintos. También vemos muchas arañas, el guía nos explica particularidades de ellas. Y nos aparece una tarántula. Ya solo nos queda una serpiente por ver, que tenemos que reconocer que nos haría ilusión.

Salimos del río y nos metemos por un caminito estrecho, con subidas y bajadas, piedras grandes por el camino, que le da más aventura a la noche. Nos aparece un Basilisco, el lagarto que corre por encima del agua.

El guía nos dice que estamos teniendo mala suerte. Que llevamos más de la mitad del recorrido y otros días ya se habrían visto por lo menos dos serpientes. Que mala suerte. Pero, poco antes de terminar el tour, podemos ver una Terciopelo. Una de las serpientes más letales de Costa Rica. Nuestro guía nos explica que en su mochila lleva algo, para parar el veneno de una mordedura de serpiente. El lugar más cercano donde tienen un antídoto es Puerto Jiménez, que se encuentra a unas 3 horas. Ya nos advierte, que sería demasiado tiempo.

Y con esto terminamos el tour. Ha sido increíble, la cantidad de vida que tiene el parque. Mañana nos puede esperar un gran día. Nuestro guía nos dice, que con el guía que vamos a ir mañana, hace unos meses le pico una Terciopelo. Habrá que tomárselo esto en serio. A ver que nos depara el tour de mañana.