Tour en barco klotok en la Isla de Borneo

Día 13 del Viaje a Indonesia: Segundo día del tour en el parque Tanjung Puting  para ver orangutanes

Nos despertamos con los típicos sonidos de la selva. Mucho ruido, pero nada molesto. Incluso es hasta relajante. Nuestro guia, ve que ya estamos despiertos y nos dice que si queremos desayunar para salir temprano. A primera hora del día es cuando mejor puedes ver animales. Nos ponen el desayuno, unas tostadas, unas tortitas y unos huevos revueltos, con un zumo de naranja.

Hay una espesa niebla que cubre el río. Le da un toque de misterio al paisaje. Terminamos de desayunar y vamos poco a poco hacia el segundo campamento de orangutanes. No hay ningún barco por el río. Vamos muy despacito en busca de algún animal, que a esta hora es cuando mejor les puedes ver.

Vemos un grupo de monos narigudos. Esta vez los podemos ver mejor que el día anterior. Una especie de monos con una cara muy simpática.

Por el camino, volvemos a parar para ver un Martín Pescador. Un precioso pájaro con unos colores muy llamativos.

Nuestro guía Hadry nos cuenta que podemos ver alguna serpiente Pitón. Este tipo de serpiente no muerde, estrangula a su víctima. Nos dice que se dan casos en poblados de Borneo, de entrar a las casas por la noche y estrangular a alguna persona.

También nos cuenta que Borneo tiene zonas muy remotas, con poblados alejados de la civilización. Que cazan orangutanes o monos narigudos para comérselos. Con costumbres ancestrales, que incluso, son caníbales con tribus rivales.

Buscamos cocodrilos, pero está difícil. Se ven mejor cuando el río tiene menos caudal. Estamos encantados con nuestro guía Hadry. Además, parece disfrutar enseñándonos cosas y siempre está muy pendiente de nosotros.

Llegamos al segundo campamento para ver orangutanes. Se trata de Pondok Tanggui. El lugar de avistamiento se encuentra a un kilómetro del embarcadero. El camino está mejor que el del día anterior. También hay menos mosquitos. En vez de ir por el camino, nuestro guía nos pregunta que, si queremos ir por un sendero, para ver más cosas. Le decimos que por supuesto. Nos enseña muchas plantas carnívoras.

Y nos va explicando, muchas particularidades de esta selva. Él va descalzo por un terreno, lleno de barro, hojas, palos y en mal estado para ir descalzo. Pero está acostumbrado. Incluso nos comenta, que el calzado le hace daño.

Llegamos al lugar donde van a depositar un montón de plátanos, para llamar a los orangutanes. Y enseguida van apareciendo orangutanes por todos los sitios. Como si nos estuvieran esperando. Van bajando de uno o como mucho de dos en dos.

Mientras que el resto, espera en los árboles a que le toque su turno. Hay de todos los tamaños. Hembras con sus crías.

Pero el que impresiona más, es un macho grande. Que según llega, se marchan todos y no bajan hasta que termine.

Estamos casi dos horas contemplando estos animales. Nos consideramos muy privilegiados, al poder ver orangutanes en su entorno. En un lugar tan salvaje como este, la isla de Borneo.

Volvemos al barco fascinados de lo que hemos visto. Ya toca comer. Unos pescaditos del río, una ensalada de verduras, berenjena frita y un mango, que tenía un sabor como nunca antes lo habíamos probado.

Continuamos por el río Sekonyer para llegar hasta el tercer campamento de orangutanes. Estamos disfrutando muchísimo de este parque natural tan salvaje. Llegamos un poco pronto y atracamos en la orilla del río a esperar la hora de entrar al campamento. Hay muchos macacos por los árboles, que no paran quietos, como suelen ser ellos. De repente, vemos a uno, que sale de nuestro barco y lleva una cosa grande en las manos. ¿Qué nos ha robado?. Nos damos cuenta que es un paquete de galletas que teníamos encima de la mesa. Luego nos robarían de la cocina la mantequilla del desayuno.

Entramos al Campamento Leakey. Fue establecido en 1971 por el Dr. Biruté Galdikas y su ex cónyuge Rod Brindamour. Su nombre se debe al legendario paleoantropólogo Louis Leakey, quien fue mentor e inspiración del Dr. Galdikas . Hay que pasar una plataforma de madera de unos 200 metros, en la que vas caminando por encima del río. Al final de esta estructura, nos encontramos con una serpiente. Nos dice el guía que no es peligrosa. En toda esta zona abundan las cobras, las cuales si son letales para el ser humano.

Desde aquí, iniciamos un camino, que nos llevará a la zona de avistamiento de orangutanes. Casi llegando, encima de nuestras cabezas, vemos a uno, sentado en una rama. Como si nos estuviera esperando. Le hacemos unas fotos, se baja y pasa por delante de nosotros y se va hacia la plataforma. Ver un orangután tan de cerca es increíble y al mismo tiempo un subidón de adrenalina.

Los empleados del campamento, les ponen plátanos y leche en unos grandes cuencos. Comienzan a aparecer por todos los lados. Algunos bajan de los árboles y otros esperan su turno. Vemos escenas, como si se tratara de una obra de teatro. Cuando hay más de uno en la plataforma, uno de ellos no le deja al otro beber leche. Y eso que hay dos cuencos.

Presenciar todo eso, te ayuda a conocer mejor el comportamiento de los orangutanes. Algunos beben la leche del cuenco, con las manos, como si se tratara de un tazón de leche que te bebes por la mañana. Otros emplean una monda de plátano, a modo de cuchara. Son muy simpáticos.

También, podemos ver en una de las ramas de un árbol a un Mono Gabón. No es una especie endémica de Borneo. Pero, si es una especie que abunda en esta zona.

Hoy dormiremos en el primer campamento. Allí hay cobertura de móvil y podemos checkear nuestro vuelo del día siguiente. Poco a poco, remontamos el río. Hay una zona, que está plagada de grupos de monos narigudos. Esta especie es endémica de Borneo, no hay otro lugar donde poder verlo, más que en esta Isla. Viven en grupos de un macho y muchas hembras con sus crías. Pueden llegar a bucear hasta 20 metros de profundidad. Y en el agua, pueden ser una presa fácil de los cocodrilos.

Nuestro guía nos dice que si queremos marchar. Aunque estamos bien aquí, nos dice de marchar ya, para que no se nos haga de noche y poder ver animales. Por lo que nos despedimos de los orangutanes, ya que estos son los últimos que vamos a ver.

Hacemos una parada en el primer campamento. Ya es de noche y vamos a hacer una caminata nocturna por la selva. No sabemos si en otros tours lo hacen, porque había poca gente. Por todo ello, recomendamos a nuestro guía. Con una linterna, nos adentramos a la selva. Por la noche la jungla cambia de fauna. Mientras unos animales duermen, otros salen a cazar. Lo primero que vemos es una araña. No es muy grande, pero se ve la tela tejida muy perfecta.

Al poco tiempo, veremos lo mejor de esta caminata. Una serpiente en una rama. El guía nos dice que cuidado, que es muy venenosa. Pero estamos tan emocionados, que solo queremos hacer una fotografía y verla bien. Es una Green paper, una serpiente con un color muy bonita.

Vemos también, numerosos insectos palos. Que no sabemos cómo los ve nuestro guía, ya que se camuflan perfectamente.

Pasamos por un camino de hormigas de fuego, que por el nombre podemos imaginar lo que sientes si te muerden. El guía intenta coger una de estas hormigas en la mano, pero no es capaz y se le ve nervioso por si se le mete alguna en la ropa. Por lo que marchamos rápidamente.

El resto del camino, nos encontraríamos con alguna rana y muchas arañas. Una de estas arañas acuática, que se movía por encima del agua como si fuera un barco.

Ya en el barco, nos sirven la cena. Ensalada, arroz, soja frita y unas gambas que estaban buenísimas. Un poco picantes, como si fueran unas gambas al ajillo. Y de postre melón. Estamos comiendo fenomenal.

Con el día finalizado, buscamos donde atracar a dormir. Nuestro guía Hadry, checkea con el móvil nuestro vuelo y nos dice que se ha adelantado tres horas. No podemos entender que se adelante un vuelo. Que se retrase, es más normal, pero que se adelante es la primera vez que lo vemos.

Con el adelanto de nuestro vuelo, nos hacen un poco de trastorno. Al día siguiente, no podremos hacer nada, ya que solo nos dará tiempo de volver al puerto. Nos montan nuestra cama y otra noche más que dormiremos bajo las estrellas.

Importante:

En los vuelos internos de Indonesia es muy frecuente que se puedan adelantar o retrasar dos o tres horas. Esto es debido, a que suele haber dos vuelos al día. Como no se llenen y con uno puedan completarlo, cancelan uno y solo vuela uno de ellos. Y jugaran con las horas para que no haya mucho retraso o adelanto en ellos. Por lo que recomendamos checkearlo el día antes, para asegurarte el horario de tu vuelo.