PHNOM PENH: Museo Nacional de Camboya, Killing Fields, Prisión Tuol Sleng S21
Conociendo la cruel historia de Camboya
Llegamos a Camboya, exactamente a su capital Phnom Penh desde Singapur. Habíamos encontrado un vuelo bastante económico a Singapur y decidimos viajar hasta aquí y así aprovechábamos unos días en conocer esta gran ciudad, para luego volar hasta Camboya. A las 6:30 horas de la mañana cogemos el avión en el lujoso aeropuerto de Singapur y en una hora aproximadamente aterrizamos en Phnom Penh.
Para llegar del aeropuerto de Phnom Penh al centro de la ciudad puedes ir en taxi o en tuk tuk. El precio es una tarifa cerrada que tienes que comprar con unos bonos cuando sales del aeropuerto. Cuesta sobre 7 € el tuck tuck y sobre 9 € el taxi. Nosotros decidimos coger un tuk tuk que aunque no te ahorres casi dinero respecto al taxi, puedes ir viendo mejor la ciudad y es más entretenido. El trayecto se hace muy largo debido a la cantidad de tráfico que había en ese momento. Tardamos más de una hora en llegar a nuestro hotel. Un trayecto muy ameno, metiéndonos de lleno en el país.
Phnom Penh es la caótica pero carismática capital de Camboya. Esta ciudad generalmente es pasada por alto por los visitantes, a quienes solo suelen interesarles Angkor. Siendo un gran error a nuestro modo de ver, ya que la historia de Camboya se escribe aquí. Una estancia de un par de días es suficiente para visitar los museos y descubrir el pasado del país, así como los campos de la muerte. Antes llamada la perla de Asia es una de las ciudades con arquitectura francesa más bonitas de Indochina. Fundada en 1434 la ciudad es famosa por su magnífica arquitectura que tiene mucha importancia histórica. El Palacio Real y los grandes bulevares son ejemplos perfectos.
Llegamos al hotel G Eleven Hotel, con ganas de dejar las cosas y ponernos a explorar esta ciudad. El hotel está bastante bien situdado, las habitaciones son muy grandes, con una piscina en la planta primera para refrescarte del sofocante calor de este país. Muy recomendable.
Que ver en Phnom Penh
Museo Nacional de Camboya
Nuestro primer sitio para visitar fue el Museo Nacional de Camboya. Está justo al lado de nuestro hotel y del Palacio Real (que lo dejaríamos para vistarlo al día siguiente).
El Museo Nacional de Camboya en Phnom Penh es el museo de historia cultural más grande de Camboya y es el principal museo histórico y arqueológico del país. El museo alberga una de las colecciones de arte jemer más grandes del mundo, que incluye esculturas, cerámicas, bronces y objetos etnográficos. La colección del museo incluye más de 14,000 objetos, desde tiempos prehistóricos hasta períodos anteriores, durante y después del Imperio Khmer, que en su apogeo se extendía desde Tailandia, pasando por la actual Camboya, hasta el sur de Vietnam. Los edificios del museo, inspirados por la arquitectura del templo jemer, se construyeron entre 1917 y 1924, el museo fue inaugurado oficialmente en 1920 y renovado en 1968.
Monumento a la Independencia
Construido en 1958 como un monumento a los muertos de la guerra de Camboya después de la obtención de la independencia de Francia en 1953, el monumento construido en el estilo de Angkor, consta de cinco niveles decorados con 100 cabezas de serpientes.
Junto al Monumento a la Independecia se encuentra esta estatua. La estatua de bronce mide 4.5 metros de altura. Una de las figuras más importantes de la vida política y cultural del país. Fallecido en 2012, Sihanouk ostentaba el récord de haber ostentado el mayor número de puestos políticos y públicos del mundo.
Campos de exterminio de Choueng Ek (Killing FIelds)
Cogemos un tuk tuk para visitar el Memorial Choueng Ek, el cual nos marcará de una manera especial durante este viaje a Camboya. Se encuentra a unos 17 kilómetros al sur de Phnom Penh , y es el el más conocido de los 300 campos de exterminio repartidos por toda Camboya, conocidos como The Killing Fields , donde el régimen de los Jemeres Rojos ejecutó a más de un millón de personas entre 1975 y 1979. Está visita creemos que debe de ser obligada no solo si viajas a Phnom Penh, sino también si viajas a Camboya, ya que así verás la historia que marcaría para siempre un país.
También advertimos que esta visita te hará sacar todos los sentimientos que imaginas, vas a visitar un lugar que presenció el horror y el salvajismo del despiadado régimen comunista de los jemeres rojos.
Creemos que es necesario contar un poco de la historia de los Jemeres Rojos.
¿Quiénes fueron los Jemeres Rojos?
Se conoce como los Jemeres Rojos al régimen que gobernó entre 1975 hasta 1979 durante el que murieron unos 1,7 millones de personas. Teniendo en cuenta que en esa época Camboya tenía una población sobre unos 8.000.000 de habitantes, significa que estos bárbaros mataron a un cuarta parte en tan solo cuatro años.
Pol Pot, el desquiciado líder de los Jemeres Rojos, quería crear una nación basada únicamente en la agricultura y cualquiera que no fuera campesino no pertenecía a la utopía que quería crear. Y los que no pertenecían fueron etiquetados como traidores, arrestados, interrogados, torturados y ejecutados. El genocida Pol Pot murió en 1998, pero no penseis que murió en una cárcel, o que pasó un largo tiempo encerrado por sus crímenes, sino que nunca fue juzgado, ni condenado, y murió de viejo en alguna parte de Camboya.
La visita cuenta con una audioguía para que recorras el recinto contado detalladamente finalizando en la stupa conmemorativa donde se conserva con reverencia los restos de las víctimas de Choueng Ek.
Aunque es una visita bastante difícil y dura, creemos que es algo que todos deberíamos conocer, y sobre todo no olvidar para que no vuelva a suceder.
Prisión Tuol Sleng S21
Después de la visita al Campo de exterminio de Choueng Ek vamos a visitar la Prisión de Tuol Sleng. Nos lleva el mismo tuk tuk que previamente habíamos contratado para la visita a estos dos lugares.
Tuol Sleng era una escuela secundaria y se convirtió en el centro de detención e interrogatorio más grande del régimen, conocido notoriamente como Prisión de Seguridad 21 o S-21.
Podrás ver como los edificios se cerraron con alambre de púas electrificado, las aulas se convirtieron en pequeñas cárceles y cámaras de tortura, y todas las ventanas se cubrieron con barras de hierro y alambre de púas para evitar la fuga de los prisioneros.
Otra visita bastante dura pero también recomendable para conocer a fondo la cruel historia de Camboya.
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