Como ir de PAKSE a UBON RATCHATHANI
La entrada de Tailandia, en el sur de laos.
Nos vienen a recoger a las 7:30, pero antes pasamos a por el riguroso batido de frutas. Nos recoge un Tuck Tuck, que da la casualidad que es el mismo que el día anterior nos llevo al Buda de la montaña. Tuvimos que parar porque el tubo de escape se le desprendió. Busco una cuerda por la calle, y lo ató, y continuamos. Así se arreglan los problemas en laos. Llegamos en media hora más o menos, y nos dieron los tickets. Pero hasta las 9:30 no salimos. Estuvieron arreglando el autobús. Parece que hoy pillamos todos los vehículos estropeados.
Hoy nos despedimos con mucha pena de Laos. Aunque todavía no termina nuestro viaje. Nuestra intención es cruzar hasta Taliandia, y pasar los próximos tres días en Ubon Ratchathani, para después volar hasta Bangkok. Es la ruta más cómoda, ya que así no tenemos que subir hasta Luang Prabang. También leemos que la Ciudad de Ubon puede ser bastante atractiva para pasar unos días.
Llegamos a la frontera un poco nerviosos, ya que nunca antes habíamos cruzado una frontera por tierra. El bus te deja en frente del edificio de salida del País. Y el chofer, mientras sigue arreglando el bus tirado debajo de él. Luego tuvimos que ir andando al otro edificio que hay más adelante, para hacer el ingreso a Tailandia. Rellenamos el correspondiente formulario, y pasamos el control de aduana. Ni nos miraron las mochilas, ni las pasaron por escáner, ni nosotros por ningún arco de seguridad. La seguridad brilla por su ausencia, aunque para nosotros mejor. Pasamos y ya estaba nuestro bus. En la frontera hay muchísima gente, con puestos de todo tipo, y mucho jaleo.
Seguimos el viaje y llegamos a Ubon sobre las 14:00. Cogemos un Tuck Tuck que nos lleva al Hotel por 100 Bath, yo creo que es algo caro, pero acabamos de llegar, no controlamos mucho la moneda, y tampoco nos apetece regatear mucho. El tuck tuck va como si fuera a apagar un fuego. En los semáforos pega unos frenazos que sale hasta humo de las ruedas. Y la entrada al hotel la hace derrapando.
Hemos cogido un hotel hace unos días, ya que la ciudad es bastante grande, y preferimos llevar ya cogido el hotel. Vemos una oferta por internet del Hotel Laithong por 95 € las tres noches que vamos a estar. Es un Hotel que además tiene piscina y con desyuno incluido, que era lo que queríamos. El hotel es una pasada, muy amplio y con todo tipo de comodidades. Por ese precio está muy bien. Según llegamos, directos a la piscina para sofocar el calor que sigue haciendo también aquí.
Luego por la tarde, salimos a dar una vuelta. Vemos que es una Ciudad con muchos templos. Y empezamos a entrar a ver alguno. El primero nos deja asombrados. llegamos hasta el río, y en busca de un Night Market, que siempre son dignos de ver en toda Asia. Wat Tai Phrachao Yai Ong Tue es un templo muy recargado y muy colorido, con muchas estatuas de Buda. Está muy reformado y a sido ampliado para hacer un Gran Templo.
También vemos un Templo Chino, que no es muy frecuente ver este tipo de templos en esta parte de Asia. Está cerrado, pero un señor nos debe de ver y viene a preguntarnos si lo queremos ver por dentro. Le decimos que si, y nos lo abre para que podamos verlo.
Y caminando, llegamos hasta el río, donde se termina prácticamente la Ciudad. Muy sorprendidos con todo lo que estábamos viendo, se nos hace de noche, y volvemos a subir hasta el Hotel.
En el camino nos encontramos el Night Market, que son imprescindibles en todas las ciudades de Asia, y siempre dignos de ver. Es un mercado que venden todo tipo de cosas, y también tienen una zona para comer. No nos atrevimos a quedarnos a cenar allí, así que continuamos el camino.
Vemos unos cuantos templos y nos damos cuenta, que esta ciudad puede tener más de lo esperado. También nos damos cuenta que no hay mucho turista, o por lo menos turista europeo, ya que éstos, se van a otra parte de Tailandia. En los Bares, tienen solo carteles en Tai, y no en inglés. Vamos mirando a ver si alguno, tiene fotos de los platos, y por las fotos logramos pedir algo de comer. Al final, llegamos a la esquina de nuestro hotel, decidimos continuar recto a ver si encontramos algo, y decidimos entrar en uno que parece que tiene alguna foto. El sitio es moderno, con aire acondicionado, según entramos sale un señor y en inglés nos empieza a preguntar que nos gusta. Le decimos que pasta, nos pregunta si con pollo, que si con vegetales, etc y se mete a la cocina. No sabemos lo que nos va a traer. La chica del bar, nos trae dos vasos con hielo y una jarra de agua. Al rato vienen los platos, y el aspecto no es muy bueno. No era lo que andábamos buscando. Lo probamos y cuál es nuestra sorpresa que está bastante rico. Noodles con pollo, verduras y una salsa agridulce. Pensamos que el precio iba a ser elevado, por el sitio, y la comida, y cuando nos trae la cuenta nos llevamos otra sorpresa. Solo 50 Bath cada uno. Esto es lo bueno de visitar lugares que no son tan turísticos.
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