BAÑOS – CUENCA: Termas
A remojo en las aguas del Volcán
Hoy dejamos este pintoresco pueblo rodeado de montañas increíbles. Nos vamos para Cuenca, a ver una Ciudad Colonial. Cambiamos la naturaleza por la ciudad. Nuestro bus sale a las 8:45 de la mañana. Pero no podíamos marcharnos sin volver a darnos otro baño en las aguas terapéuticas bajadas del Volcán. Así que decidimos ir bien temprano. A las 5:30 salimos del hotel. No hay ni un alma por la calle, parece un pueblo fantasma, y todavía no se ha hecho de día. Oímos una voces, y de repente aparecen por la calle, un grupo grande de personas uniformadas, corriendo, que pudimos deducir que eran militares, por los cánticos que hacían, mientras corrían.
Horario de las termas que hay en Baños
Llegamos a las Termas, pensando que no iba a haber nadie a estas horas, y cuando entramos, nuestra sorpresa es que hay más gente que el día anterior. Muchas de las Termas como esta de La Virgen abren a las 5 de la mañana para que la gente pueda acudir antes de sus trabajos.
Hoy la piscina de agua ardiendo, estaba todavía más caliente que el día anterior. Nos dice un señor que suele estar entre 40 y 45 grados, y que ese día debía estar en 45º. En cambio la piscina de agua caliente, aunque sigue estando caliente, lo está menos que el día anterior.
Se nos hace raro, estar desde tan temprano en unas termas al aire libre, pero está genial, porque así no pierdes tiempo durante el día. Y ver como amanece dentro de la piscina es todo un lujo. Igual que todo el paisaje que se observa desde las termas. Casi, hasta se disfruta mejor si el día está fresquito, ya que se está tan a gusto dentro del agua.
Apuramos hasta las 7:30, y rápido para el hotel, a terminar de preparar todo, para coger el bus para Cuenca. Nos da tiempo suficiente para comprar unos bollos y una empanada para desayunar en el bus. EL trayecto de Baños a Cuenca tarda unas 7 horas y cuesta 10$. Nosotros vamos de un relajado, después de haber estado en las Termas, que se nos pasa muy rápido.
Hacemos una parada en Alausí, que se encuentra a mitad de camino. Una parada de 20 minutos, para estirar las piernas, y comer algo, ya que paramos en un bar a la entrada de Alausí.
Llegamos a Cuenca y vamos a coger un taxi. Hay mucha gente por la estación, y tenemos que hacer cola para coger el taxi. Se ve que hay mucho tráfico, que luego descubrimos que es bastante frecuente, por el corte de calles para hacer el tranvía. No sabemos lo que están pidiendo los taxis por llevar a la gente al centro, pero vemos protestar a algunos, ya que los taxistas deben de pedir bastante por el tráfico que hay. Se nos acerca un hombre y nos dice que si tenemos hotel. Le decimos que no, y nos ofrece el suyo. Nos enseña unas fotos y vemos que es bastante nuevo, con habitaciones amplias. También nos dice que nos lleva en su vehículo particular. Nos cobra 32$ la noche, con desayuno, lo cual nos encaja, y nos parece buena idea. Llegamos al Hostal Villa Vintimilla, y nos enseña la habitación. Nos quedamos con la boca abierta. Una habitación enorme, también tiene un vestidor enorme lleno de armarios, y un baño gigantesco, con un gran jacuzzi, y todo muy nuevo. Nos cuesta creer que cueste ese dinero. Creemos que es porque es nuevo y quiere promocionarlo. La única pega, es que no está justo en el centro histórico. Pero está a cinco cuadras (calles), de la Iglesia de San Blas, y tardas en llegar unos diez minutos. Si esto no te importa, el hotel está de lujo.
Salimos a dar una vuelta, para hacernos con la ciudad, que la vemos que es bastante fácil de moverse. El centro histórico no es muy grande, y te orientas muy bien.
En seguida, nos cae la noche, pero nos da tiempo a ver lo que nos deparará el día siguiente. Íbamos a ver una de las Ciudades Coloniales más bonitas de las que hemos visto.
Buscamos algo para cenar, y vemos que Cuenca es un sitio que puedes encontrar de todo. Puedes comer por 20$ en un asadero muy bueno, o por 3$ un menú del día. Solo tienes que buscar. Nosotros elegimos un menú.
Llegamos al hotel y le decimos al chico que si podemos desayunar a las 7 de la mañana, ya que nos vamos a despertar pronto, y así aprovechamos el día. Y nos dice que no hay problema.
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