Que ver en Vik Islandia y los alrededores

Día 4 del Viaje a Islandia: Glaciar sólheimajökull, Avión DC3, Acantilados Dyrholaey, Cementerio de Vik, Piedras Laufskálavarða, Cañón de Fjaorargljufur, Campos de lava de Laki o Eldhraun, Kirkjugólf, Cascada Foss a Sidu, Poblado Nupsstadur, Lómagnúpur Mountain, Parque Skaftafell, Cascada  Svartifoss

Hoy nos costó levantarnos. Estábamos más a gusto en nuestra furgoneta, que nos dio hasta pereza. Pero después de desayunar empezamos el día. Nuestra primera visita  es, ir a ver el avión estrellado.

En plena Guerra Fría, el 24 de noviembre de 1973, el piloto de un avión militar, modelo Navy Douglas Super DC-3, informo de una perdida de combustible que les obligo a tomar tierra de una manera forzosa. Las mismas Fuerzas Aéreas de Estados Unidos maniobraron un aterrizaje de emergencia sobre Sólheimasandur, una playa de arena negra, de origen volcánica, cercana e ideal para un aterrizaje forzoso. No hubo que lamentar victimas, pero el avión quedo atrapado entre la nieve y la tierra de Sólheimasandur, teniéndolo que abandonar y pasando a ser una de las fotografías más típicas de Islandia.

Queremos estar pronto, para poder hacer fotos sin gente. Cuando llegamos al parking, vemos que somos los primeros. Pero cuando empezamos a caminar vemos que empiezan a venir algunos coches. El parking se encuentra junto a la carretera. El avión está cerca del mar. Habíamos leído que se tardaba unas 3 horas ida y vuelta. Pero nosotros lo hicimos en hora y media. Es posible que el tiempo nos acompañó, ya que suele hacer mucho aire. Y nosotros tuvimos una mañana espectacular. Así que a las 7 de la mañana, nos ponemos rumbo al avión.

El trayecto es una recta con un paisaje, que no podemos decir que sea bonito. Pero tiene un encanto especial. Es un paisaje, como si estuvieras en la luna.

Además, pudimos contemplar escenas con el sol saliendo en el horizonte, con una montaña lejana de los que merece la pena contemplar.

Llegamos al avión y la escena es de película. Un paisaje lunar, con el mar al fondo y un avión estrellado que parece estar sacado de una película. Nos podemos hacer unas fotos solos, hasta que llegan los demás.

Y comienzan a llegar un goteo de gente constante. Así que, si queréis haceros unas fotos solos, hay que madrugar.

Nos vamos hacia los acantilados Dyrholaey. Según vas llegando a ellos, ya los puedes ir viendo de lejos, y ya te vas dando cuenta de los impresionantes que son. El camino que te subirá hacia su cima, es una carretera de gravilla con bastante pendiente y muchas curvas. Pero en seguida estarás arriba contemplando unas esplendidas vistas. El mar bravo de un lado y las montañas Islandesas del otro.

Hay un pequeño recorrido, donde podrás ver formaciones de acantilados preciosos.

El recorrido te llevará hasta poder ver de lejos el pueblo de Vik.

A pocos kilómetros se encuentra el pueblo de Vik. Un precioso pueblo, típico de la tierras Islandesas. Nos está encantado, esta zona. Si quieres hacer la mejor foto del lugar, deja el coche junto a la iglesia y sube por un camino, que te llevará hasta el cementerio. Desde aquí podrás ver el precioso pueblo, y parte de los acantilados. Además de poder ver un cementerio típico, en un entorno increíble.

De camino paramos en Laufskálavarða, en donde comenzó una tradición, que todo el mundo que pasaba por aquí por primera vez, debía apilar piedras formando un montón o cairn, y así tener suerte durante su viaje.

Un cairn es un montículo de piedras, compuesto de pequeñas piedras sueltas colocadas en forma cónica.

Nos dirigimos al Cañón Fjaorargljufur. Aunque estamos llegando, y no parece que pueda haber un Cañón cerca. Nos desviamos al parking y nada puede presagiar el imponente cañón que hay. A pocos metros, ya puedes empezar a apreciar su espectacularidad. Como si hubieran cortado la montaña.

Hay varios miradores por todo el cañón. La belleza de este paisaje, nos vuelve a cautivar.

La garganta de Fjadrárglúfur es una gema geológica. Su particular configuración, es solo un atractivo de lo mucho que es capaz de ofrecer en tan poco espacio. Sus aguas desembocan en Skaftareldahraun, uno de los mayores campos de lava del mundo. Su belleza radica en sus colores y formas. Con 100 metros de profundidad y alrededor de 2 kilómetros de largo, no es un cañón ni profundo ni largo, pero sí grandioso.

Aquí, puedes encontrar un baño público y gratuito. Es otro de los lugares, que más gente encontramos en nuestro viaje.

El paisaje comienza a cambiar de forma drástica. Empiezan a aparecer los campos de lava. Cuanto más avanzamos, más grandes son los campos, hasta que llegamos a los Campos de Lava de Laki o Eldhraun, topónimo islandés que significa desierto de lava. Con él se designa a una extensa llanura que quedó cubierta por la lava expulsada durante la erupción del volcán Laki en 1783. En la actualidad la colada del Laki, se halla cubierta por una gruesa capa de musgo que la ha colonizado, dando lugar a un bello y sorprendente paisaje.

Bajamos a hacer unas fotos y cuando los pisas, son super mullidos. Parece un tapete de hierba envuelto en la piedra. Otro paisaje increíble de Islandia.

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Hacemos una parada para ver el suelo Kirkjugólf. No es que sea algo muy atractivo, pero sí muy curioso. El Kirkjugólf es una formación de columnas basálticas erosionadas que se asemejan al suelo de una iglesia, con la bella particularidad de que es una obra de la madre naturaleza. Es increíble que estas pequeñas formaciones basálticas sean naturales, todo un capricho de la naturaleza.

Sin desviarte de la carretera, podrás ver la Cascada Foss a Sidu. Después de las cascadas de Islandia, es recomendable, para los fanáticos de las cascadas. Aunque como te queda de camino, no está de más hacer una parada.

Seguimos haciendo paradas y paradas. Todo lo que vemos nos gusta mucho y no podemos resistirnos en no parar. Vemos unos rápidos junto a la carretera, que nos parecen muy interesante de fotografiar. Y es que Islandia está lleno de preciosos paisajes para fotografiar.

Otra de las paradas que tenemos muchas ganas de hacer es el pueblo Nupsstadur. Y la verdad que no nos defraudó.

Originariamente las viviendas solían ser casas comunales al estilo de vikingos, grandes, estrechas y sin habitaciones. Pero en el siglo XIV empezaron a abandonar este estilo por casas más pequeñas interconectadas.

Nos encantan las casas con los tejados de césped o casas de tepe, cuyos lados extremos del tejado eran de madera. Con el entorno donde están situados. Rodeados de Montañas y cascadas. Los islandeses empezaron a dejar este tipo de viviendas con la modernización del siglo XIX, pero siguen como una pieza del Patrimonio Nacional.

La pequeñas Iglesia del pueblo, también es de película.

Desde el mismo pueblo puedes hacer una foto a la impresionante Montaña Lómagnúpur. Tienes paisajes increíbles, mires donde mires.

Para terminar el día, decidimos acabarlo con la Cascada Svartifoss. Aquí nos quedaremos a dormir en el Camping que tienen. Este lugar, fue la guinda perfecta de este magnífico día. Pensábamos que era una cascada más. Y el lugar nos encantó. Para llegar a la Cascada, hace falta hacer un pequeño treking de unos dos kilómetros. El recorrido es un sube y baja, que, aunque no es muy exigente, te hace sudar un poco. Pero la Cascada Svartifoss aunque cuesta llegar a ella, te recompensará, por su belleza. Primero la podrás apreciar desde lejos, desde lo algo de una montaña.

A 600 metros, puedes subir hasta lo alto de una colina, al mirador Midheidi, donde tendrás unas bonitas vistas y podrás ver una especie de calendario solar.

Ver la Cascada Svartifoss a sus pies, es de las estampas más bonitas que puedes ver en Islandia. Es una cascada muy fotogénica, con sus columnas de Basalto.

Desde el parking, para el lado contrario del camino de la cascada, podrás encontrar otro camino, que te llevará al Glaciar Lagoon. Un camino de casi 2 kilómetros, pero que te llevará a un impresionante Glaciar. Puede que fuera más bonito el que vimos ayer (Sólheimajökull), pero no se ven glaciares todos los días. Así que hay que aprovechar.

En el centro de visitantes, donde se encuentra el camping, hay mucha información tanto del glaciar, como de todo el entorno. Podrás ver fotografías del glaciar a día de hoy y compararlas con las de hace 100 años. Y se puede comprobar, como va mermando de una manera exagerada. Y todo debido al cambio climático y a las aberraciones que el ser humano hace con el planeta.

Vamos al camping, bastante agotados, ya que hoy ha sido incluso más intenso que los días anteriores. El camping está muy bien. Mejor que los anteriores. Tienen duchas gratis, lavadoras y todos los servicios que puedes necesitar. Y todo muy cuidado. El precio 1.650 Coronas por persona. Y también te entraría el parking de la visita a la cascada. Ya que, si no te quedas a dormir, lo tendrás que pagar.

Volar a Islandia no es muy caro, aunque depende con que lo compares. No te va a costar tanto como si vas a América o Asia, aunque te va a costar algo más que cualquier otro país de Europa.

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Los hoteles en Islandia son muy caros, acorde a los precios de todos los productos que puedas comprar en este país. Pero con la opción de dormir en una furgoneta de alquiler, se puede abaratar muchísimo. Otra opción es alternarlo, como hicimos nosotros. Pero las noches que duermas en hotel, te recomendamos reservarlas cuanto antes. Ya que se agotan facilmente y se llenan rápido.

Hotel en Breiðdalsvík: Hotel Eyjar Fishing Lodge

Hotel en Varmahlid: Hlín Guesthouse

Hotel en Grundarfjordur: Hotel Stöð Guesthouse and apartments

La moneda oficial Islandia es la Corona. 1.000 Coronas equivalen a 7 € aproximadamente. Aunque si quieres puedes viajar a Islandia y no cambiar ni un Euro. Lo puedes pagar absolutamente todo con tarjeta de crédito.

El idioma oficial en Islandia es el Islandés. Pero es un país que en su gran mayoría de la población habla también inglés.