GUILIN: El espinazo del Dragón
Enormes arrozales, con pelea de chinos incluido
A las 8 nos recogen en el hotel para ir a ver las terrazas de arroz llamadas El Espinazo del Diablo, situado en Longsheng. Era casi obligado estar en China y tener que visitar unos arrozales. Y estos eran los que se nos pusieron más a tiro de todo el viaje.
Nos vienen a recoger al Hotel y nos vamos en una furgoneta con 4 señoras Chinas. Llegar hasta allí nos lleva 2 horas de viaje por unas carreteras de montaña bastante precarias.
Allí nos dejan disfrutar de los arrozales y del pueblo durante 4 horas. Los arrozales están situados en la ladera de una montaña enorme con un pueblo encantador en el medio de dicha montaña, un paisaje fabuloso donde se te pasan las horas subiendo y bajando escalones.
Para llegar al pueblo, tienes que atravesar un largo camino, bajando escalones que si están mojados, pueden ser peligrosos. Pero recomendable, para poder ver un pueblo rural de China.
Aunque parezca mucho tiempo las 4 horas que te dejan, se te pasan volando.
En mi opinión es una excursión más que recomendable. El paisaje del pueblo, la montaña y los arrozales es casi de cuento.
Cuando llegamos a la furgoneta, dos de las cuatro señoras no habían vuelto todavía. El conductor nos dice que tenemos que esperar un poco que estarán al llegar. Pero las señoras siguen sin venir. Nosotros hacemos tiempo haciendo fotos y fotos a los arrozales, e incluso nos da tiempo a comer. Y las señoras seguían sin venir. A las 4 de la tarde aparecen. Desconocemos el motivo por el que llegaron tarde, ya que nadie hablaba inglés. Lo que sí sabemos es que cuando subimos a la furgoneta el conductor y una de las señoras empiezan a discutir. La discusión se iba acalorando cada vez más, e incluso el conductor llegó a parar la furgoneta en medio de la carretera. En algunos de los momentos hasta pensamos que llegaban a las manos, o que las bajaba de la furgoneta. Nosotros atrás con cara perpleja. Con ganas de saber qué es lo que se decían, aunque había cosas que sobraban los traductores.
Y en parte era normal que el conductor se pusiera así, y es que después de los arrozales el tour se completa con una visita al Poblado Huangluo, una aldea tradicional donde se encuentran las mujeres que presumen de tener el pelo más largo del mundo. Por llegar dos horas tarde las señoras no pudimos visitarlo. Pero no pasa nada, ya que la cambiamos por una pelea de chinos, también digna de ver.
A las 6 estamos de regreso en el hotel y decidimos tomárnoslo con calma, algo de cenar y dar una vuelta por el mercado nocturno que está detrás de nuestro hotel.
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