Consejos para visitar el Parque Nacional de Madidi
Día 9 del Viaje a Bolivia: Atrapados en la Selva Boliviana
Las comunicaciones en Bolivia son complicadas. Los trayectos en bus suelen ser largos y pesados, y los vuelos internos no son mucho más sencillos. En nuestro caso, buscamos un vuelo desde Rurrenabaque a Uyuni o desde La Paz a Uyuni, pero no encontramos opciones directas. Las únicas alternativas implicaban dos escalas y un viaje de 15 horas, además de ser bastante caras.
Para empeorar las cosas, nos cancelaron un vuelo con BOA desde Rurrenabaque a Sucre justo un día antes de comenzar nuestro viaje. Finalmente, compramos billetes con EcoJet para volar de Rurrenabaque a La Paz, con la idea de tomar un bus nocturno desde allí hasta Uyuni. Parecía la mejor opción… hasta que todo se complicó.
Una mañana inesperada: cancelación del vuelo
Desayunamos en el Hotel Curichal, donde el desayuno estaba incluido. Aunque era más bien un tentempié, nos sirvió para empezar el día. Sin embargo, durante el desayuno recibimos un WhatsApp que no esperábamos: EcoJet nos informó que nuestro vuelo a La Paz, programado en dos horas, había sido cancelado.
No podíamos creerlo. Era el tercer vuelo cancelado en menos de una semana en Bolivia. Nos reubicaron en un vuelo al día siguiente a la misma hora, las 9:20 horas, pero esto trastocaba todos nuestros planes.
Alternativas desesperadas: bus o furgoneta
El personal de Madidi Jungle Ecolodge, con quienes habíamos hecho el tour por la selva, se ofreció a ayudarnos. Nos explicaron las opciones disponibles:
Tomar un bus a las 18:30 horas, que llegaría a La Paz a las 7:30 horas del día siguiente.
Contratar una furgoneta privada por 1200 BOB (unos 170 USD), con capacidad para 6 personas. Si encontrábamos a cuatro personas más, el costo se repartiría.
El equipo de Madidi Jungle intentó buscar más pasajeros para la furgoneta, pero no tuvo éxito. Decidimos esperar al vuelo del día siguiente, con la esperanza de que no se cancelara. Si eso ocurría, ya teníamos un grupo de cuatro personas dispuestas a compartir la furgoneta al día siguiente.
Reorganizando el itinerario
Habíamos comprado un bus nocturno desde La Paz a Uyuni a través de la web www.ticketsbolivia.com.bo. Al revisar las políticas de cancelación, descubrimos que no era posible cancelar con menos de 24 horas de antelación. Sin embargo, el personal de Madidi Jungle logró cambiarnos la fecha del billete, algo que parecía imposible.
Con todo este lío, tuvimos que reorganizar nuestro itinerario y cambiar varias reservas. ¡Viajar por Bolivia se estaba volviendo más complicado de lo esperado!
Como el Hotel Curichal estaba completo para esa noche, el personal de Madidi Jungle nos recomendó el Hotel Pauichi, ubicado en el centro de Rurrenabaque. La habitación era más amplia que la anterior y, aunque el hotel era algo antiguo, resultó ser una buena opción por su precio.
Explorando Rurrenabaque: el mirador
Ya que estamos en Rurrenabaque, un lugar, que no tiene especial encanto. Aunque, sí que está situado en un entorno, entre montañas, bañado por el impresionante río Beni. Miramos que podemos hacer. Y vemos que hay un mirador, en lo alto de una montaña. Por lo que decidimos subir hasta allí. No se tarda mucho en subir. El trayecto, comienza con unas escaleras, donde se puede apreciar ya, el pueblo de Rurrenabaque desde el alto. Pero, cuando terminan las escaleras, comienza un trayecto, casi impracticable. Fuertes subidas, pero con un terreno, en muy mal estado. Lo tienen muy abandonado.
Llegamos a la cima, a duras penas. Por lo menos, a merecido la pena. Unas vistas increíbles. Estamos en lo alto de una montaña, con tan solo una base de dos metros cuadrados. Impresiona, lo alto que estamos.
Aprovechamos a volar el dron, que desde aquí arriba, podemos hacer unos planos muy buenos. Estamos un rato, hasta que un águila, comienza poco a poco a acercarse al dron. Por miedo de que nos lo atrape el dron, decidimos bajarlo.
La bajada, se hace aún peor. El terreno arcilloso, hace zonas, muy resbaladizas. Poco a poco, llegamos al pueblo. Nos vamos a comer un Lomito. En todo el pueblo, tienen la misma comida. Comemos junto al Hotel Pauichi.
No se puede hacer mucho más en este pueblo. Nos damos una vuelta por la tarde y aprovechamos a volar el dron por la orilla del río, para practicar. A ver si aprendemos un poco, para cuando vayamos a Uyuni.
Recibimos un mensaje del dueño de Madidi Jungle Ecolodge, que nos da malas noticias. Se ha enterado que se va a suspender también el vuelo de mañana. Que nos comienza a organizar una salida en furgoneta con cuatro personas más. Que mala suerte hemos tenido. Y cuanto trastorno, nos está ocasionando haber venido a este lugar. Aunque, la gente de Madidi Jungle Ecolodge, nos está ayudando muchísimo.
Nos vamos a cenar pronto. No queremos comida local. Vemos una pizzería, La Bella Italia. Una Pizzería que, por fuera, no invita a entrar. Pero nos encaprichamos de unas pizzas. Entramos y nos llevamos una grata sorpresa. Nos da un papel, para que apuntemos los ingredientes que queremos y nos sorprende con unas deliciosas pizzas.
Marchamos a la cama, pensando que va a ser de nosotros al día siguiente. Iremos a La Paz en avión, en furgoneta, cogeremos el bus de La Paz a Uyuni. Demasiadas interrogantes y muchas variantes, las que se plantean al día siguiente.
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