Que ver en el Salar de Uyuni de Bolivia
Día 11 del Viaje a Bolivia: Guía para viajar al Salar de Uyuni
Llegamos a la estación de Uyuni a las 6 de la mañana, con una hora de adelanto. El autobús de la compañía Panasur resultó ser muy cómodo: los asientos se reclinaban casi como camas, nos dieron mantas para el frío, y contaba con baño y USB para cargar el móvil.
Al salir de la estación, nos encontramos con un pueblo aún dormido. No había un alma por la calle, pero algunas personas se acercaron a ofrecernos tours. Un señor que viajó con nosotros en el bus nos advirtió: «No compren a estas personas, vayan a una agencia. Estos tours suelen dar mal servicio».
Siguiendo su consejo, caminamos por la Avenida Ferroviaria, donde hay una gran estatua de militares. Al girar a la derecha, encontramos todas las agencias de viajes de Uyuni.
Eligiendo el tour perfecto
Comenzamos a visitar algunas agencias que ya estaban abriendo. En la primera, nos explicaron el tour de tres días y dos noches, nos dieron el precio y nos sugirieron comparar con otras agencias.
Luego entramos en Uyuni Andea Travel, donde nos ofrecieron el mismo tour al mismo precio, pero con un detalle que nos convenció: el segundo día dormiríamos en un hotel junto a las aguas termales. En otras agencias, la visita a las termales era al tercer día, lo que implicaba madrugar a las 5 de la mañana. Nos gustó la idea de poder disfrutar de las aguas termales por la tarde y por la mañana.
Además, el personal de la agencia hizo hincapié en la calidad de sus servicios, lo que nos terminó de convencer. Contratamos el tour por 900 BOB por persona (con baño compartido). Si querías baño privado, el costo aumentaba a 1200 BOB. A esto había que sumar unos 200 BOB adicionales para entradas al Parque Eduardo Avaroa (150 BOB), las aguas termales (6 BOB) y la Isla Incahuasi (30 BOB).
CUANTOS DÍAS HACER DE TOUR EN UYUNI
En Uyuni hay varias opciones de tours:
- Tour de 1 día: Incluye el Salar de Uyuni, el cementerio de trenes, las artesanías de Colchani, el volcán Tunupa, la Isla Incahuasi, la zona de los reflejos y el anochecer en el salar. Ideal si tienes poco tiempo.
- Tour de 2 días: El primer día es igual al tour de un día, y el segundo día incluye el Salar de Chiguana, el volcán Ollague y los lagos del altiplano.
- Tour de 3 días: El más completo. Incluye todo lo anterior y entra en el Parque Nacional Eduardo Avaroa, con sus impresionantes paisajes y lagunas.
Nosotros elegimos el tour de 3 días y lo recomendamos totalmente si te gusta la naturaleza. Fue una experiencia espectacular de principio a fin. Además, la agencia Uyuni Andea Travel nos trató muy bien, ofreciendo un servicio atento y profesional. Incluso llevaban un dinosaurio de juguete para hacer fotos divertidas y videos durante el tour.
Si quieres contratar el tour antes de llegar, puedes contratarlo, aquí.
Desayuno en Uyuni
Todos los tours salen a las 10:30, así que aprovechamos para desayunar en la Cafetería Nanis, ubicada junto a la agencia. Por 35 BOB por persona, disfrutamos de un desayuno completo: zumo, café, té, tostadas y huevos revueltos.
Comienza el tour por el Salar de Uyuni
A las 10:30, nos reunimos en la agencia para comenzar el tour. Dejamos una de las mochilas grandes allí para no cargar tanto equipaje. Nos asignaron un Toyota Land Cruiser bastante nuevo, con capacidad para 6 personas más el conductor, quien también hacía de guía.
La agencia ofrece el alquiler de sacos de dormir por si los necesitas, ya que las noches en el salar pueden ser muy frías. Nosotros decidimos no llevarlos. También nos recomendaron llevar 4 litros de agua por persona, aunque creemos que con menos es suficiente. Otros imprescindibles son una linterna y un bañador para las aguas termales.
Primera parada: Cementerio de Trenes
El Cementerio de Trenes es una parada fascinante y llena de historia. Este lugar, ubicado a las afueras de Uyuni, alberga una colección de viejos vagones y locomotoras oxidados que datan de finales del siglo XIX y principios del XX. Estos trenes fueron parte de una ambiciosa red ferroviaria construida para transportar minerales desde los Andes hasta los puertos del Pacífico. Sin embargo, con el declive de la minería y los cambios en la economía, estos gigantes de metal quedaron abandonados, convirtiéndose en un monumento al pasado industrial de Bolivia.
Caminar entre estos restos oxidados es como viajar en el tiempo. Las locomotoras, alguna vez poderosas, ahora yacen quietas bajo el cielo abierto, rodeadas de un paisaje desolado pero hermoso. Aunque está prohibido subirse a los trenes para hacerse fotos (algo que muchos turistas ignoran), el guía nos advirtió que debemos tener cuidado si decidimos hacerlo. Las estructuras están deterioradas y pueden ser peligrosas.
Este lugar no solo es un imán para los amantes de la fotografía, sino también un recordatorio de cómo el tiempo y el progreso pueden dejar atrás incluso las obras más imponentes. Es un sitio que invita a la reflexión y que, sin duda, añade un toque melancólico y único a la experiencia del Salar de Uyuni.
Artesanías de Colchani
A unos 15 minutos, llegamos a Colchani, un pueblo conocido por sus tiendas de artesanías. Nuestro guía nos llevó a un patio donde nos explicaron el proceso de extracción y preparación de la sal. Extraen bloques de sal, los secan, los trituran y los procesan para hacerlos comestibles. Toda la sal producida aquí se consume en Bolivia, ya que no se exporta.
En las tiendas, puedes comprar figuras de sal, bolsas de sal, carteras, imanes, jerséis y ponchos.
El impresionante Salar de Uyuni
El impresionante Salar de Uyuni
Entramos al Salar de Uyuni, un inmenso mar de sal que alguna vez fue un lago. El paisaje blanco y extenso nos dejó sin palabras. Paramos en unas banderas (no las originales) y en unas montañitas de sal, donde nos hicimos fotos increíbles.
Si quieres, es un buen lugar para hacer las típicas fotos jugando con las perspectivas, que salen por internet.
Monumento del Dakar: un homenaje a la aventura
En medio del vasto y blanco Salar de Uyuni, nos encontramos con el Monumento del Dakar, un hito que rinde homenaje a una de las carreras más extremas y emblemáticas del mundo. El Rally Dakar, conocido por su recorrido desafiante a través de terrenos inhóspitos, pasó por el Salar de Uyuni en varias ediciones, convirtiendo este lugar en un punto icónico para los amantes del motor y la aventura.
El monumento consiste en una escultura metálica que representa a un vehículo todoterreno en plena acción, capturando la esencia de la velocidad y la resistencia.
Banderas de Uyuni
A su alrededor, banderas de diferentes países ondean al viento, simbolizando el espíritu internacional de esta competencia.
Este lugar no solo es un punto de interés para los fanáticos del Dakar, sino también un escenario espectacular para fotos. El contraste entre el metal del monumento y el blanco infinito del salar crea una imagen impactante. Además, la sensación de estar en un lugar que ha sido testigo de hazañas increíbles añade un toque de emoción a la visita.
Hotel de Sal
Junto a estos dos atractivos, el monumento del Dakar y las banderas de Uyuni, se encuentra el único hotel que está dentro del Salar. Ahora ya no es un hotel, porque está cerrado, al no cumplir los permisos. Se utiliza para dar la comida a la mayoría de los grupos. Nuestro guía, nos preparó aquí, la comida. Una chuleta, con arroz, verduras y bebidas. La comida, la llevamos nosotros en el coche para los tres días.
Isla Incahuasi
La Isla Incahuasi, que significa «casa del Inca», es un oasis en medio del salar. Pagamos 30 BOB de entrada (no incluida en el tour) para explorar esta isla llena de cactus gigantes, algunos de hasta 10 metros de altura. Subimos a la cima para disfrutar de una vista espectacular del salar.
Un lugar imprescindible si visitas el Salar de Uyuni. Un paisaje totalmente distinto a lo que hayas visto en cualquier parte del mundo.
Atardecer en el Salar
El día terminó con una puesta de sol mágica en medio del salar. Nuestro guía nos hizo videos divertidos, haciendo círculos con el coche alrededor de nuestro grupo.
Noche en San Juan
Llegamos a nuestro primer alojamiento, un hotel modesto construido con bloques de sal en la localidad de San Juan. La habitación era sencilla, sin calefacción, pero con tomas de corriente para cargar dispositivos.
En el comedor, nos recibieron con una chimenea encendida y unos tés con pastas, perfectos para combatir el frío. La cena consistió en una sopa de verduras caliente y una ensalada variada con salchichas y patatas.
Pese al frío, no podemos resistirnos a salir fuera del hotel para hacer unas fotos a las estrellas. En esta parte del mundo a más de 4.000 metros, el cielo se cubre de estrellas. Nunca habíamos visto tantas, ni tan brillantes. Nada mejor, para terminar este primer día de tour
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