Llegamos a Delhi, pero acto seguido nos ponemos rumbo a empezar nuestro circuito por el Rajhastan. Según sales del aeropuerto ya te vas a hacer una idea de lo que puedes encontrar en este viaje. El choque cultural más exagerado que jamás has tenido.

El tráfico  para salir de la Ciudad es caótico, pero al llegar a la carretera que nos conducirá hasta Mandawa nos damos cuenta que este viaje va a ser peligro en sus trayectos. Hemos estado en lugares donde se conduce mal, pero aquí se conduce de una manera suicida, con unas carreteras muy malas, con polvo en muchas de ellas, que ves menos que con la más densa de las nieblas, y unos adelantamientos que te agarras al asiento fuertemente.

La Ciudad de Mandawa fue fundada a mediados del siglo XVIII. Históricamente, Mandawa estaba en la famosa Ruta de la Seda a China y fue una ciudad habitada por ricas familias de comerciantes. Estos comerciantes llenaron la ciudad de Havelis (grandes mansiones que tienen paredes lujosamente pintadas).

Con el tiempo, estos comerciantes se trasladaron a otros lugares como Delhi, dejando la ciudad llena de havelis, convirtiéndose en una importante atracción turística.

Las pinturas murales que decoran los hermosos havelis de Mandawa son famosos en todo el Rajasthan.

Sorprenden los balcones también decorados tanto con pinturas, como con labrados.

No todos están conservados como  a nuestro modo de ver, deberían estar, pero si te puedes hacer una idea de lo que en su día fue esta ciudad.

Mandawa está repleto de Havelis, pero algunos de los principales son:

Mohan lal saraf haveli fue construido como lugar residencial del saraf. Una impresionante puerta de madera da lugar al patio del Haveli. A los lados de la puerta se encuentran unas pinturas de elefantes.

Puedes subir hasta el segundo piso, y así ver el patio desde arriba.

Incluso puedes ver una panorámica de la ciudad.

El hotel de Mandawa en el que nos hospedamos fue el Hotel Sara Villas. El hotel se encuentra a las afueras, pero es realmente cómodo.