Que ver y que hacer en Cahuita
Información práctica para viajar a Cahuita
A las 5 de la mañana despertamos por el sonido de la lluvia en nuestro tejado. También por el sonido de los monos aulladores, que, por su atronador rugido, parecen estar cerca de nosotros. Vemos por internet el tiempo en Cahuita y hasta las 9 de la mañana diluvia y luego afloja algo. Pero va a estar la mañana mojada. Así que vamos preparando chubasqueros y todo el material para la lluvia. Salimos del Hotel Cabinas Nirvana Ecolodge a las 8:30, que solo chispea la lluvia. Cuando llegamos a la entrada del parque deja de llover y no vuelve a llover en todo el día (hemos tenido mucha suerte). La entrada al parque Cahuita por este sector (Playa Blanca) no tiene precio, sino que pagas lo que voluntariamente decidas. Nosotros pagamos 6.000 colones, que es el precio que hubiéramos pagado si entramos por Puerto Vargas. Creemos que es lo justo.
Para visitar el parque, lo puedes hacer por tu cuenta. El camino está muy bien señalizado y no tiene pérdida. Pero si lo prefieres, puedes contratar un guía que te acompañará con sus explicaciones y te servirá para buscar animales.
¿Es recomendable contratar un guía en Cahuita?
Para empezar, vamos a comentar que el precio del guía es de entre 20 – 25 $ por persona. Así que tú debes valorar en la parte económica. Por supuesto si vas con el guía, vas a tener más posibilidades de ver animales. Suelen llevar unos prismáticos grandes, para poderles ver en la cima de los árboles. Pero también te tendrás que adaptar a sus tiempos, a sus paradas y no podrás ir tan libre como por tu cuenta. Por eso nosotros no lo contratamos. Tampoco te creas que, si vas con el guía, vas a ver serpientes, perezosos, etc. Eso también depende de muchos otros factores. Y la suerte es importante.
El parque fue creado en 1970 para proteger la flora y fauna, los arrecifes de coral y varios ecosistemas marinos. Es considerado una de las áreas de mayor belleza escénica del país por sus playas de arena blanca, su gran número de cocoteros, su mar de color azul turquesa y su arrecife de coral.
El parque se encuentra dentro de la zona de vida bosque tropical húmedo y posee varios hábitats importantes como son el bosque pantanoso; el bosque mixto no inundado y la vegetación del litoral.
La fauna terrestre carece de los grandes mamíferos comunes en otros parques debido a la pequeña extensión terrestre que protege. Destacan el mono aullador, el mono capuchino, el mapache, el perezoso, la nutria y el pizote (coatí). Las principales especies de aves son el ibis verde, el martín pescador y la garza. También puedes ver serpientes, como la oropel y la tamagá.
El parque tiene dos entradas. Desde Cahuita y el Sector de Puerto Vargas. Puedes entrar por una y salir por la otra. Todo el recorrido son unos 8 Kilómetros y tardarás en realizarlo unas 4 horas, haciendo las paradas para tomar fotos. Si entras por Cahuita, que es lo más habitual, sino quieres hacer el recorrido entero, puedes llegar hasta Playa Cahuita que son 3,5 Kilómetros. Aunque si llegas hasta Playa Cahuita y das la vuelta, serán 7 kilómetros, casi lo mismo que si haces el recorrido total. Así que es mejor que te animes y lo hagas entero. Y luego cuando llegues a Puerto Vargas tendrás una parada de Bus que te traerá de vuelta a Cahuita. Lo único malo, es que no hay mucha frecuencia de autobuses.
Según entramos al Parque, a los 5 minutos, vemos una ardillita comiendo un fruto, tan tranquila a dos metros de nosotros. Esto empieza bien. No es que nos haga especialmente ilusión ver una ardilla, pero es un buen comienzo.
Durante todo el recorrido vas a ver algunas plantas muy bonitas, en especial la Caña Agria.
También se pueden ver gran número de mariposas. Algunas del tamaño de un puño de un adulto. Como la que enseñamos en la foto, aunque así no se aprecia mucho el tamaño, ni tampoco se ve el color azul de su interior.
Antes de llegar a Punta Cahuita, tendrás que atravesar la desembocadura de dos riachuelos. No te asustes, porque con quitarte las zapatillas, lo podrás cruzar con el agua a la rodilla.
Solo tendrás que preocuparte de no pisar ningún cocodrilo. Jajaja. Eso se deduce de los carteles que verás en esos ríos, que indican que está prohibido dar de comer a los cocodrilos. ¿Pero hay gente que pueda dar de comer a un cocodrilo, como si fuera un lindo perrito?
Todo el recorrido se combina entre selva y playas muy bonitas. Las playas son diferentes a las que tiene Cahuita. La arena es blanca y el agua es azul turquesa. También hay zonas para darse un baño muy tranquilo, ya que apenas hay olas, a diferencia como la playa de Cahuita, que hay mucho oleaje.
También hay zonas propicias para hacer snorkel, con bastantes corales y muchos peces tropicales. Pero está prohibido, hacer snorkel por tu cuenta, tienes que contratar un guía para poder hacerlo. Nos parece una tomadura de pelo. Un saca dinero. Te puedes bañar, pero si te pones unas gafas, ya tienes que pagar. Y no te creas que el precio es barato. Seguimos diciendo que Costa Rica es un país caro, donde exprimen demasiado al turista.
El recorrido se hace muy bien, aunque hay algunos tramos con un poco de barro, de lo que ha llovido estos días. Pero nada importante. Lo peor, son algunos tramos del camino, en los que ni siquiera te podrás parar a ver nada, ya que si lo haces te comerán los mosquitos. Unos segundos parados y puedes tener en la pierna más de 10 mosquitos. Y no es exageración.
Un poco más adelante, tenemos la suerte de ver bastante bien, a un mono aullador. Es impresionante los aullidos que dan. Menos un mono, parecen cualquier otro animal más salvaje.
A lo largo del recorrido hay carteles de las distancia que hay a los distintos lugares del parque. Para que sepas los kilómetros que te faltan.
Los últimos dos kilómetros transcurren por una zona pantanosa. Muy apropiada para ver animales. Pero no temas, porque irás sobre una pasarela de madera. Por lo que este último trayecto es muy cómodo.
En esta última parte del recorrido, hay un gran número de monos de carablanca o capuchinos, con los que podrás interactuar fácilmente. Ten cuidado, que alguno tiene mala leche y te tirará algún palo.
Y con esto, acabas el recorrido del parque de Cahuita. Ahora nos toca volver a Cahuita. Según sales a la carretera, hay una parada de bus. Lo malo, por lo menos cuando estuvimos, es que los autobuses pasan cada hora, así que entérate bien.
Nosotros nos sentamos 10 minutos en la parada del bus y como no podemos estar quietos, nos fuimos a Cahuita andando por la carretera. Son 6 Kilómetros y la carretera tiene un exterior de hierba por el que puedes ir cómodamente. Tardarás aproximadamente una hora. Después de la caminata que nos hemos dado, llegamos a Cahuita hambrientos. Y que mejor manera de quitar el hambre que con un Casado. Una de las comidas más típicas de Costa Rica. Que consiste en un plato con frijoles, arroz, plátano frito y carne. La carne puede ser de pollo, cerdo o ternera. Un plato muy completo, que está riquísimo. Acompañado de unas deliciosas y refrescantes limonadas.
Y terminamos el día, disfrutando de una magnífica puesta de Sol en Playa Negra (la playa que está junto a nuestro hotel). No pensamos que podría ser tan preciosa.
Nosotros antes de venir a Costa Rica, leímos mucho sobre el tema y había bastante controversia entre unas opiniones y otras. No nos vamos a engañar y cuando se visita un parque la opinión, se va a basar principalmente del número de animales que hayas visto. Si has tenido mala suerte y no ves apenas animales, vas a salir algo defraudado y si tienes suerte y ves mogollón de animales, va a ser el mejor parque de Costa Rica. Nosotros teníamos muchas expectativas de ver algún perezoso o la serpiente Oropel. Y no vimos ninguna de las dos. Pero no debemos basar nuestra opinión solamente en eso. Aunque no sea el mejor parque, a nosotros nos gustó, sobre todo la combinación de playa – selva que tiene, que la hace diferente, por lo que para nosotros si merece la pena visitarlo. También depende mucho de los días que tengas y del itinerario que hagas.
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