LA MONTAÑITA
Durmiendo con el sonido de las olas
Nos despertamos con el hipnotizante sonido de las olas. Está amaneciendo y decidimos dar una vuelta por la playa todavía desierta. Nos encanta pasear por playas tan grandes como esta, bien temprano.
El día amanece algo nublado, y el mar está muy bravo. No nos encontramos a nadie durante nuestro paseo por la playa.
No hay ninguna persona, pero nos encontramos con bastantes pájaros, que también parecen estar de paseo.
Aunque también vimos pájaros que no iban de paseo. Estaban de caza, como si se tratara de un escuadrón perfectamente alineados , iban a lo largo de la costa en busca de peces que llevar a la boca.
Al final de la playa, hay una zona rocosa donde las olas rompen y crean un efecto impresionante.
Aunque no es una playa como las típicas del Caribe, con arena blanca y fina, y el agua transparente, pero es un lugar perfecto para descansar, y disfrutar de unos días de playa.
Una de las razones por las que estamos en La Montañita es porque aquí se puede realizar un tour para el avistamiento de las ballenas jorobadas. Esto nos entusiasmaba, y por ello nos decidimos a venir hasta aquí. También desde aquí parten tour a la Isla de la Plata, también llamada “Pequeña Galápagos”. Así que sería una buena forma de terminar nuestro viaje por Ecuador. El día anterior por la noche hemos preguntado en algún sitio que venden tour, y nos han dicho que el tour de las ballenas todavía no lo venden. Estamos a primeros de junio, y aunque ya hay algunas ballenas, no hay muchas probabilidades de verlas, y que suele ser de julio a septiembre. ¡¡Oh, que pena!!. Miramos el tour de la Pequeña Galápagos y dura desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde. Todo el día prácticamente. Con el bajón de las ballenas, pero en contra estamos tan emocionados con el lugar y con nuestro Hotel, que decidimos disfrutar estos dos días sin movernos y descansar y hacer alguna actividad cerca.
El desayuno del hotel Kundalini es una pasada. Tiene café, chocolate, infusiones, con muchas variedades de bollos, magdalenas, tostadas, zumos, yogures, cereales, y mucha fruta (piña, melón, sandia, uvas, fresas, mango). Todo esto bufet libre, y luego te hacen unos huevos revueltos, fritos o cocidos. Todo un lujo, y sentados a la orilla de la playa.
Esta es la carta de lo que puedes pedir además del bufet libre. Todo con una presentación muy buena.
A las 10 de la mañana, vamos a una clase de Yoga, impartida gratuitamente por el hotel. Ya que queremos relax, que mejor manera de comenzar el día. La clase dura una hora, en nuestro jardín, mirando hacia el mar. No sabemos si es por el Yoga, o por donde nos encontramos, que hemos alcanzado el Nirvana. Ha estado muy bien.
Al terminar nos vamos hasta la playa de Olon, que se encuentra al norte de la Montañita. Lo único que hay que atravesar un alto, que es el que se ve desde la playa y andar por la carretera. Si no quieres ir andando, puedes coger buses que hacen este trayecto. Nosotros fuimos y volvimos andando. Así puedes ver desde lo alto, la inmensa playa de Olon. Una enorme playa que no tiene apenas gente.
Volvemos a ver de nuevo al escuadrón de la muerte. A los pelícanos que están de caza. Y siguen perfectamente en formación, coordinados como si tuvisien una coreografía.
Llegamos a la enorme playa de Olon, una inmensa playa con muy poquita gente. Es un lugar que si no quieres el jaleo que puede tener la Montañita, es fenomenal para estar más tranquilo. Pocos hoteles, pero también pocos bares si quieres tomar algo.
Parecen que nos persiguen el escuadrón de los pelícanos. Es asombroso como van volando en fila, y cuando el primero se lanza al mar, todos van detrás en perfecta sintonía.
No solo pudimos ver estos pelícanos, también vemos varios tipos diferentes de aves.
Luego volvimos a nuestra Montañita, haciendo una parada en el hotel para comer y tomarnos una cervecita. Aquí estamos totalmente desconectados del mundo, y cuando llegamos al hotel vemos en la sala de TV que están retransmitiendo el partido España-Portugal del Mundial de Rusia. Así que nos pusimos a ver la segunda parte, y ver un emocionante partido, en un lugar privilegiado.
Por la tarde volvimos a dar otro paseo a la zona sur del pueblo. Tiene un paseo marítimo, y luego continua la playa, con unos cuantos Kilómetros de largo.
La Montañita es un paraiso del Surf, donde las olas del Pacífico hacen que sea una de las Mecas de este deporte. También todo está rodeado de un ambiente muy hippy.
Al volver del hotel, pasamos por los numerosos puestos que hay, para hacer las últimas compras del viaje. La Montañita es un lugar bastante turístico. Es un pueblo pequeño, pero repleto de tiendas, bares, y todo montado para el turista.
Salimos a cenar y aprovechamos para seguir probando la comida típica de Ecuador, que nos está encantando. Sopa de verduras, y tortilla de camarón con guarnición.
Así acabamos un relajante día en este paraíso que se llama La Montañita
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