CUZCO: Maras Moray, Salineras de Maras
De vuelta a la Capital del Imperio Inca para terminar de conocer el Valle Sagrado
Hoy seguiremos conociendo el increíble Valle Sagrado, con los innumerables lugares que tiene para visitar. Y para ello contratamos una excursión a Maras Moray (40 soles y 10 soles por entrar a las Salineras). El tour lo contratamos directamente en el Hotel Hostelling Cusco la noche anterior cuando llegamos. Te llevan a las terrazas de Moray y luego a las salineras de Maras. Las puedes hacer por tu cuenta desde Cuzco estas dos excursiones, pero perderías mucho tiempo, y no se si las podrías hacer en el día. Además el precio me parece más que razonable.
La furgoneta en la que vamos está algo estropeada, y las puertas no ajustan bien, llenando de polvo del camino todo el vehículo. Los caminos son polvorientos y secos con muchísimos baches.
Las Terrazas de Moray fue un centro de investigación agrícola creado por los Incas. Un gran agujero escalonado por terrazas hasta llegar al medio. Los Incas las utilizaban para investigar cultivos, ya que por las diferencias de altura, y a la vez de clima, podrían sembrar productos diferentes en cada una.
Te dejan un rato para que puedas hacer fotos, y bajar hasta abajo, que aunque no parece muy alto, si que hay distancia.
Las Salineras de Maras un lugar en el cual los Incas ya extraían sal de la montaña, y que hoy en día siguen explotando.
El agua salada sale de la montaña y va llenando unas especies de piscinas donde se secan al sol, y queda la sal para ser comercializada. Hay un mirador donde se puede apreciar la envergadura de estas salineras, pero también puedes bajar hasta abajo y verlas por unos finos caminos, teniendo cuidado de no caerte.
El agua de la montaña llega a salir tan salada, que metí la mano en un caño y en unos segundos, se me secó y se quedo blanca del todo. Ni lavándome se me quitaba lo blanco.
Con estas dos excursiones daríamos por concluida nuestra visita al Valle Sagrado, Cuzco y el Impero Inca. Todo lo que habíamos visto nos había parecido muy emocionante, habíamos vivido unos días increíbles, pero teníamos que seguir nuestro camino.
Terminamos de ver la Ciudad de Cuzco, un lugar increible en un entorno, rodeado de montañas.
Hasta pudimos ver una procesión con un Santo y una orquesta.
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