Como ir del Volcan Tenorio a Uvita
Trayecto del Volcan Tenorio a Uvita
El día de hoy solamente lo vamos a dedicar a trasladarnos de un sitio a otro. Vamos a ir del Volcán Tenorio a Uvita. Va a ser un día duro, porque por lo menos tardaremos unas 7 horas. Eso sería en el mejor de los casos, sin parar nada, sin tráfico y con todas las condiciones a favor. Porque las carreteras de Costa Rica, nunca sabes lo que te van a deparar.
Vamos a desayunar para coger fuerzas para el camino, en nuestro Hotel Cabinas Piuri. Y que mejor, que comernos un Gallo Pinto. Y también porque no había otra cosa. La comida de Costa Rica nos está siendo muy repetitiva. Seguro que tiene una gastronomía muy variada, pero lo que nos estamos encontrando en el viaje, es muy repetitivo.
Sobre las 7 de la mañana, emprendemos nuestro largo camino. Nos lo vamos a tomar con calma, muy tranquilos. Nos vamos parando cada poco, para ver paisajes, o porque vemos algún pájaro, etc.
Y al cabo de un rato, nos volvemos a meter en unos caminos, como el día anterior. No sabemos si no hay otra carretera, o que el GPS no distingue entre carretera y camino, pero la cuestión, es que acabamos en unos caminos, con muchos baches y en un estado muy malo. Pobre coche, lo estamos dando unas palizas, que ya tenemos miedo que se nos rompa a medio camino.
Al fin llegamos al Lago Arenal, donde aparte de ver un precioso paisaje, vemos que aparece una carretera, que, aunque es pequeña, después del camino por donde veníamos, nos parece una autopista.
A partir de aquí, la carretera no está mal. Aunque hay grandes tramos con obras. Pero el tráfico es fluido. Costa Rica no es un país para correr mucho con el coche. Los límites máximos son de 90 Kilómetros por hora. Pero en seguida te bajan a 60 y muchas veces a 40. Y llegamos a la parada más esperada del día. Que es parar en un puente, para ver cocodrilos. Es el puente Tárcoles o puente de los Cocodrilos. Llevamos todo el equipaje y habíamos leído que había que tener mucho cuidado al parar, porque te podían abrir el coche y robarte lo que llevas. Pero cuando llegamos, había un gorrilla, que nos indicó, donde aparcarlo. Y por 500 Colones lo dejamos seguro. Además, nos dijo que en la parte derecha del puente se veían más cocodrilos y llevaba razón.
Nos ponemos a atravesar el enorme puente por el lado de la derecha y al poco, empezamos ver a algún cocodrilo. Pero según nos íbamos fijando, iban apareciendo más cocodrilos. Posiblemente la mayor colección de cocodrilos de toda América Central. Cocodrilos enormes, de tres o cuatro metros.
Si quieres, allí mismo en el puente, puedes contratar un tour por el río, perteneciente a la Reserva Biológica Carara. Donde además de los cocodrilos, podrás ver numerosas aves como Tucanes, Garza Americana, gallinas de monte.
Paramos en Jacó, un lugar muy turístico, con mucha tradición de Surf. Uno de los lugares que barajamos visitar, pero por falta de tiempo, decidimos no incluirlo en este viaje. Pero ya de pasar por aquí, parar y hacer unas fotos. Y lo que vimos nos gustó bastante. Tendremos que apuntarlo para la próxima visita a Costa Rica.
Nos montamos en el coche y comienza a llover. No hay un solo día que no nos llueva. Pero lo que parecía una lluvia como la de cualquier otro día, resultó ser un diluvio. Empieza a llover con unas ganas, que el limpia parabrisas no era capaz de hacer su cometido. No se veía nada de la carretera. Tenías que intentar ir detrás de un coche, para que te guiara, porque en las curvas, cruces o cuando la carretera cambiaba, no eras capaz de situarte bien. Llegamos a Quepos, donde queremos ir al Hospital Metropolitano para pedir cita, para hacernos la PCR de vuelta a España. Aparcamos en el parking del Centro Comercial Marina Pez Vela (donde se encuentra la clínica). Está a tan solo 30 metros de la entrada, pero según está diluviando, nos era imposible salir del coche. Como vemos que no para de llover, después de esperar más de media hora, decidimos ir. Nos pusimos los chubasqueros y a correr. Llegamos empapados, zapatillas, pantalones y mochila. Entramos a la clínica como sopas, escurriendo agua por donde pasábamos. Y cogemos cita para el sábado (dos días antes de volar). La prueba nos cuesta 98$ por persona. Volvemos al coche, para acabar de mojarnos enteros. Porque sigue sin parar ni un poco de llover.
Nos quedan 60 Kilómetros, que deberíamos tardar hora y media. Un poco preocupados por como llovía, decidimos proseguir con mucho cuidado. Las calles de Quepos son auténticos ríos. No sabemos si esto es normal aquí, pero vemos a la gente en la puerta de sus casas, grabando la escena con sus móviles. En vez de coches, parecemos barcas. Y poco a poco vamos avanzando hasta llegar a Uvita. Vaya viaje. Y pensábamos que hoy sería un día sin interés.
Al cabo de llegar, ya casi no llueve. Pero es que lleva más de 4 horas diluviando. Y nos vamos a comer algo. Hemos visto antes de llegar al hotel, un restaurante mexicano. Así que esta noche comida mexicana. Nos pedimos unos Nachos y unas Quesadillas de camarones. Y por supuesto una cerveza Nacional. Una Imperial Silver, que parece que pega más con la comida.
Por fin llegamos a nuestro hotel de Uvita, el Hotel Uvita Pirates. Un hotel muy surfista, con unos dueños americanos, que no saben hablar nada de español, pero intentan explicarnos las cosas. Dejamos las cosas en nuestra habitación. Una habitación no muy grande, pero acogedora. Un lugar sencillo, pero con gusto.
Deja tu comentario