LATACUNGA- RÍOBAMBA: Volcán Cotopaxi

Ascensión  a 5.000 metros de los 6.000 de Cotopaxi

A las 8:30 empieza nuestro tour al Volcán de Cotopaxi. Hacemos el equipaje, ya que lo llevamos todo y lo dejamos en la furgoneta. Al terminar el tour nos dejarán en la carretera para coger el bus a RioBamba. Puntual llega el guía con una pareja de Suizos que van a venir con nosotros en el tour. Estamos algo nerviosos, porque no sabemos muy bien lo que nos espera. Aunque nos han explicado en qué consiste, no sabemos exactamente la dureza de la ascensión, y sobre todo como nos va a afectar el mal de altura. Hoy ascenderemos a unos 5.000 metros, una altura más que considerable, que con mucho esfuerzo puede hacer que lo pases mal.

Durante el camino, vamos viendo grandes extensiones de brócoli, la segunda actividad económica de la zona. Todo lo que cultivan lo exportan a Israel. La principal actividad económica es el cultivo de rosas. Se ve mucha gente trabajando en el campo.

Nos desviamos para el parque de Cotopaxi. En la base, paramos para registrarnos y continuar. Una densa niebla impide que podamos ver por dónde vamos. Nos asustamos un poco, porque pensamos que con la niebla no vamos a poder ver el volcán; y a eso hemos venido. Pero nos explica el guía que es la primera capa y que siempre está con niebla, y se la conoce como el bosque nublado. En pocos minutos se acaba la niebla, y nos indica que llegamos a la segunda capa. Aquí nos enseña un camino que ha sido formado en el año 2015 cuando el volcán entró en erupción. Empezó a echar cenizas y piedras  y al calentarse se derritió el glaciar, arrastrándolo todo.

Y es que el Cotopaxi es el segundo volcán activo más alto del planeta. Y estuvo en reposo por más de un siglo. Pero sus entrañas están llenas de lava. Nadie puede saber con exactitud cuándo será la próxima erupción, pero cuando suceda, el problema no será solamente la fuerte explosión de lava y ceniza, sino las avalanchas que se producirán cuando se derrita el hielo. Seguramente llegue hasta la ciudad de Latacunga.

Entramos en la tercera capa, que en el paisaje desaparecen los pinos, y empieza a tener poca vegetación. Hay unas extensas praderas, donde hay caballos y vacas salvajes. Por lo menos eso nos dice el guía. Los caballos son salvajes y lo de las vacas, lo dudamos más. Ambos son especies que introdujeron los españoles en su paso por Ecuador.

Y de repente, hace su aparición el imponente volcán Cotopaxi. Con una forma perfecta, y sus nieves perpetuas, le hacen un majestuoso volcán.

Empezamos a subir una gran pendiente, por una carretera con muchas curvas, y bastante mala. Tienes que ir muy despacio, porque está llena de piedras. Lo bueno es que vas viendo el volcán, que desde la ventanilla del coche aparece y desaparece.

El camino, se convierte en una subida con baches y muchas piedras. Llegamos al parqueadero (como se dice aquí) que se encuentra en la cuarta capa, la cual ya no tiene nada de vegetación debido a la altura. Estamos a más de 4.000 metros, y aquí empezamos nuestra aventura.  Nos ponemos protector solar en la cara, ya que con el viento y el sol a 5.000 metros, te puedes quemar la cara.

La primera parte es la subida hasta el refugio que se encuentra a 4.864 metros. Nos dice el guía que se suele tardar sobre una hora. Según bajamos de la furgoneta, ya notamos la altura. Como hagas algún movimiento brusco, sientes un pequeño mareo. El camino es una empinada subida, con mucha tierra, que dificulta el andar, ya que se te hunden los pies. A esto le añadimos una ventisca que como te descuides te tira para abajo.

En esta foto, se puede ver la dura subida hasta el refugio, y también se puede ver, hasta donde llegaremos después, que es la parte donde empieza el glaciar. En la foto, parece que el trayecto es corto, y no da sensación de tanta dificultad.

La temperatura ronda los 4 grados. Y si lo añadimos a la altitud, no ha sido nada fácil. Despacio, vamos ascendiendo, y llegamos al refugio en 50 minutos.

Hay que tener en cuenta que con la altitud el esfuerzo se multiplica por cuatro. La verdad es, que poco a poco, nos fuimos sintiendo mejor, pese a los contra tiempos. Nos metimos en el refugio, cosa que agradecimos, por estar un poco calientes y sin el molesto viento. El refugio es una cabañita de madera, la típica de los refugios de alta montaña.

Nos tomamos un chocolate bien caliente, y nos pusimos los sellos de Cotopaxi en el pasaporte (algo que nos hace mucha ilusión conseguir este tipo de sellos). El refugio está lleno de banderas de países, para que la gente que sube, ponga su firma. Nosotros hicimos lo propio en la bandera de España.

Después de descansar un poco y recobrar fuerzas, el guía nos dice que nos ve muy bien y que vamos a continuar hasta el glaciar. Esta parte, es algo más técnica, ya que es algo más empinada, y resbaladiza. También tienes que atravesar un pequeño reguero del agua del glaciar. Y cada vez las fuerzas van flaqueando, y cada vez estás a más altura. Las vistas son espectaculares, tanto si miras a lo alto del volcán, como si miras para abajo.

Después de un duro esfuerzo, conseguimos llegar hasta el glaciar, así que misión cumplida.

El guía nos dice que hemos tenido mucha suerte, porque las nubes nos han respetado mucho. No es muy normal que se vea el volcán como lo hemos visto nosotros, con el cielo tan despejado. Nos comenta que el día anterior, casi no se dejo ver, por las continuas nubes.

Comenzamos el descenso, primero hasta el refugio, igual de técnico que la subida. Tienes que tener mucho cuidado, porque si te descuidas bajas rodando. Del refugio, bajamos por el camino en Zigzag, con menos pendiente y mejores vistas.

En la bajada, paramos en la Laguna Limpiopungo. La verdad, que es una laguna sin ningún interés, pero todo el mundo hace esa parada. Puedes ver caballos salvajes, y depende de cómo esté el día una bonita imagen del Cotopaxi.

La siguiente parada, ya es para comer, en un restaurante que hay en la bajada, donde se encuentra el museo.

Nos duele la cabeza, que no sabemos exactamente si ha sido, del esfuerzo, de la altitud, del fuerte viento, o de todo un poco. Lo hemos conseguido, pero esperamos que al día siguiente nos encontremos bien. La primera fase del mal de altura la hemos superado. Pero hace falta ver cómo nos levantamos mañana. Ya tenemos experiencia en mal de altura, y en Perú, después de hacer un esfuerzo, a la mañana siguiente estábamos muy fastidiados. Sí que es verdad que esta noche vamos a dormir en algo menos de 3.000 metros y el cuerpo se va a recuperar mejor.

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Salimos del parque y nos ponemos dirección Latacunga. El guía sabe que vamos a Riobamba y nos dice que nos va a dejar en la carretera que es donde pasan los buses, ya que si vamos a la estación de Latacunga hay menos buses, ya que muchos no entran a la ciudad. Nos deja en medio de la carretera y empiezan a pasar buses. Sabemos que puede que no pase un bus directo en poco tiempo. Así que vemos uno que va a Ambato y le paramos. Nos montamos y en una hora estamos en Ambato, que es una ciudad grande y desde allí hay mucha frecuencia de buses para Riobamba. Estamos más cansados que si hubiéramos subido el Everest. Según llegamos y nos bajamos del bus nos montamos en otro que va a Riobamba, y es que esta ciudad tiene mucha afluencia de tráfico de autobuses. En algo más de otra hora estamos en Riobamba. Pensamos que es un pueblo pequeñito, y lo vemos bastante grande, y con elegantes restaurantes, cosa que no habíamos visto hasta ahora. Incluso vemos un KFC, que no decimos que no los haya en otros sitios de Ecuador, pero no los hemos visto. Vamos al Hotel La Estación, que es un hotel, que para el precio que tiene está muy bien, y muy bien decorado, con cosas antiguas. Además nos dice la chica que nos incluye un desayuno, tipo buffet que está muy bien. Ya veremos a ver si está tan bien.

Subimos a la habitación a darnos una ducha de agua caliente, y a descansar. No salimos ni a cenar. Estamos Plof. Cotopaxi nos ha dejado derrotados.

Los vuelos a Ecuador desde España los puedes encontrar sobre los 600 €. Muchos de ellos pasan por Estados Unidos, algo que no recomendamos nunca ya que además de pagar (porque vas a tener que sacar el ESTA), te van a volver loco con tanto controles que hay. Si buscas puedes encontrar incluso directos muy económicos. Nosotros volamos directos a Quito, y para la vuelta lo hicimos desde Guayaquil también directo, y nos ahorramos volver subir hasta Quito.

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La moneda oficial en Ecuador es el Dólar Estadounidense. En el año 2000, Ecuador completó su proceso de dolarización; el Sucre (moneda oficial hasta el momento) fue eliminado, y la moneda del país fue legalmente cambiada por el dólar norteamericano.

El idioma oficial en Ecuador es el castellano. Sin embargo en las zonas rurales o en la parte del Amazonas existen poblaciones donde se hablan lenguas indígenas, como el quichua. Aunque cada vez queda menos población que conserve estos idiomas.